Mostrando entradas con la etiqueta Erik A. Karlfeldt. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Erik A. Karlfeldt. Mostrar todas las entradas

domingo, 5 de septiembre de 2021

CAMBIOS

Ventana
Edward Hopper

CAMBIOS
 
Y apenas ha quebrado el día de verano
 
ERIK A. KARLFELDT
 
   Tras el intimismo confidencial de la ventana, al revivir los cambios, las palabras proclaman su indigencia. No sabe describir qué rasgos definen la propia identidad. Sigue sin comprender por qué cada vez que se mira en un espejo nuevo es alguien distinto.

(De Cuentos diminutos) 


 

  

domingo, 25 de julio de 2021

MUTACIONES

Itinerarios
(Carcassonne, Francia, 2019)
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana 

MUTACIONES
 
Y apenas ha quebrado el día de verano
 
ERIK A. KARLFELDT
 
   No sabe definir qué rasgos mantiene el secreto fondo de la propia identidad. Cada vez que se mira en un espejo nuevo surge alguien distinto.

(De Cuentos diminutos)


 

  

viernes, 28 de agosto de 2020

CAMBIOS

Equilibrios
Fotografía
de
Javier Cabañero Valencia


CAMBIOS

Y apenas ha quebrado el día de verano

ERIK A. KARLFELDT

  No sabe averiguar qué rasgos definen la propia identidad. Sigue sin comprender por qué cada vez que se mira en un espejo nuevo es alguien distinto, un saltimbanqui sobre la cuerda frágil de las mutaciones.

(De Cuentos diminutos)





martes, 14 de julio de 2020

EXILIOS Y ENCUENTROS

Brisa
Fotografía
de
Javier Cabañero



EXILIOS Y ENCUENTROS

Y apenas ha quebrado el día de verano

ERIK A. KARLFELDT

   Los exilios de verano dispersan compromisos literarios pendientes. Así que opté por seguir conectado al ordenador, al menos en las primeras horas de la mañana. En ese horario me apresuro a establecer algunas prioridades: cada jornada, el ritmo vitalista del blog abre la sombrilla del quehacer creativo. Avanza también, con paso sostenido, una edición prevista para octubre y hago recuento de libros manuscritos que debo seleccionar para un concurso literario, un asunto complejo en el que pongo la máxima atención. Otros proyectos se desvanecen como neblina, por las peculiares circunstancias del gregarismo estival.

   La poesía perdura; es amalgama cohesiva de mis lecturas.

   En el intercambio de mensajes del correo electrónico percibo una aceptable cortesía social, pero también una oquedad distante, como si el afán de acotar su espacio personal necesitara definirse ante otros cercanos. No voy a convencer a nadie; ya consumí mi etapa proselitista. Me parece bien que alguien quiera ser enjambre de una única abeja. Tampoco me preocupan las esperanzas en fase de disolución. La amistad adquiere consistencia cuando teje una fértil telaraña de afinidades. No es el caso. 

(Diario de verano)



miércoles, 15 de abril de 2020

CAMBIOS

En vuelo
Fotografía
de
National Geographic

CAMBIOS

Y apenas ha quebrado el día de verano

ERIK A. KARLFELDT

No sabe averiguar qué rasgos definen la propia identidad. Sigue sin comprender por qué cada vez que se mira en un charco descubre una versión libre del yo. Hoy se siente pájaro.

(De Cuentos diminutos) 





jueves, 9 de agosto de 2018

EXILIOS Y ENCUENTROS

Contemplaciones
(Paseo del Faro)
Fotografía de
Adela Sánchez Santana


EXILIOS Y ENCUENTROS

Y apenas ha quebrado el día de verano

ERIK A. KARLFELDT

   Los exilios de verano dispersan compromisos literarios pendientes. Así que opté por seguir conectado al ordenador, al menos en las primeras horas de la mañana. En ese horario me apresuro a establecer algunas prioridades: cada jornada, el ritmo vitalista del blog abre la sombrilla del quehacer creativo. Avanza también, con paso sostenido, una edición prevista para octubre y hago recuento de libros manuscritos que debo seleccionar para un concurso literario, un asunto complejo en el que pongo la máxima atención. Otros proyectos se desvanecen como neblina, por las peculiares circunstancias del gregarismo estival.

   La poesía perdura, como amalgama cohesiva de mis lecturas.

   En el intercambio de mensajes del correo electrónico percibo una aceptable cortesía social, pero también una oquedad distante, como si el afán de acotar su espacio personal necesitara definirse ante otros cercanos. No voy a convencer a nadie; ya consumí mi etapa proselitista. Me parece bien que alguien quiera ser enjambre de una única abeja. Tampoco me preocupan las esperanzas en fase de disolución. La amistad adquiere consistencia cuando teje una fértil telaraña de afinidades. No es el caso. 

(apuntes de verano, agosto, 2018)