Puerto de Pajares (Asturias, 2014) Fotografía de Adela Sánchez Santana |
UN BALANCE PERSONAL DE 2014
(Entrevista de Miguel Floriano Traseira)
Querido José Luis, 2014 ya expira sus últimas bocanadas de aire, procurándonos en este día la
gustosa oportunidad de compartir un espacio natural y propio, desde el cual
echar juntos la vista atrás y hacer resumen. Así es que, bajo la calidez
armónica del Willy and the poor boys, mi disco favorito de la
Credence, me dispongo a proponerte
unas breves cuestiones:
- ¿Cuáles han sido las lecturas más gratas, más fértiles de este 2014?
Son muchos los libros
leídos y resumir es un asunto complejo. Pero voy a céntrame en los trabajos más
relevantes, con los que he pasado más tiempo. De mis lecturas de 2014 me
quedaría con la obra completa de Eloy Sánchez Rosillo, con las novelas de Patrick
Modiano, y con la poesía de Víctor Botas, que volví a leer con el placer de
siempre.
- ¿Qué
cambios globales, qué iniciativas particulares, qué predilecciones estéticas has
podido percibir en este año 2014, a grandes rasgos, en el universo literario –y
más concretamente en la poesía- desde tu condición de centinela lírico?
Nada nuevo bajo el sol y,
sin embargo, la misma convivencia entre tradición y originalidad de cualquier
época. Los libros perpetúan itinerarios anteriores porque es la mejor manera de
llegar al destino más luminoso. En poesía conviven varias generaciones en
activo, desde la multipremiada Generación del 50 hasta los veinteañeros que
dejan en las estanterías su primer fruto, y en todas ellas hay nombres
relevantes y de interés.
- Como asturiano bizarro que soy, tampoco debo ni puedo resistirme a preguntártelo:
¿qué opinión te merece esta última generación de poetas jóvenes asturianos,
cuya actividad se ha intensificado en este último año? ¿Cuán fecundo te resulta
su desenfado, su afán por el progreso, su ambición, todo ello hecho ya palabra
poética?
Miro con perplejidad la
incansable cantera asturiana y espero lo mejor de sus alineaciones en cualquier
césped. He reseñado nombres nuevos que muestran una notable madurez y que dejan
en sus páginas excelentes indicios de buena poesía. No exagero, ahí están los
libros de Rodrigo Olay, Jaime Martínez, Néstor Villazón, Pablo Núñez, Carlos
Iglesias, Alejandro Fernández-Osorio, o el tuyo, que acaba de ver la luz con
una edición maravillosa… José Luis Piquero, Martín López-Vega y Javier Almuzara
tienen continuadores talentosos.
- En los últimos tiempos, al menos desde el punto de vista de quien
ahora te entrevista, parece que el lenguaje sufre una fatiga de significación,
una demasía de connotaciones que dificulta el arraigo de nuevas ideas. Lo
propuesto, sobre todo en el discurso político, parece una reiteración molesta o
una maniobra especulativa y falaz: ¿Crees que el lenguaje literario gana ímpetu
y robustez cuando el ordinario -el convencional- padece una grave crisis de
trascendencia, debido a ese empleo codicioso y utilitario que forzada y
sistemáticamente se le ha venido dando en los últimos años? ¿O piensas que, por
el contrario, también el lenguaje literario, su potencia, su eficacia, se ve
resentida por este suceso?
Vaya, más que una pregunta parece una conclusión de tesis doctoral, así que tal vez mi respuesta no esté a la altura de un ala-pivot. El lenguaje tiene una salud envidiable y su eficacia solo depende del usuario que lo emplea. Si es un tipo solemne de púlpito y dogma dominical sonarán las palabras con peso claustral; si el utilitario es rácano y propende a los monosílabos el lenguaje solo alcanzara la elevación rampante de una cometa sin vuelo. Y lo mismo sucede con el lenguaje literario porque sigue al dictado normas de uso similares. No soy nada pesimista: el lenguaje está ahí, confidencial y cómplice, con la espera paciente del compañero de viaje.
- Es cierto también que durante este último año la poesía ha tendido a mezclarse mucho con la vida, en el sentido de que se ha vuelto, cándidamente, más comunicativa: ¿crees que este es un buen camino a seguir, o te parece peligroso no mantener las fronteras bien rotuladas y emancipadas?
Soy de los que piensan
que vida y literatura son la misma cosa porque en mí son actividades
complementarias. Mar y arena sin diques. Y el propósito comunicativo es la
cualidad que acerca al lector y le permite compartir la emoción del poema. Pero
el propósito comunicativo se puede lograr con estrategias lingüísticas
diferentes, entre el hermetismo y la claridad. Hay oscuros que son puertas
francas y poetas de realismo telegráfico que solo conducen a la escombrera y al
punto de reciclaje. Vida y literatura habitan en el mismo portal y supongo que
duermen juntos (al menos hasta que uno de los dos aleje al otro con sus
ronquidos).
-¿Crees que tiene esto algo que ver con el nihilismo tenaz que
sobrelleva el ciudadano español?
El españolito de clase
media, nómina del montón e hipoteca perpetua no tiene entre sus preocupaciones
más inmediatas la cuestión hormonal entre vida y literatura. Le preocupa la
corrupción abrumadora, la gestión calamitosa y la boina excluyente de los
nacionalistas periféricos que ponen a la Constitución un traje descolorido. De
ahí el nihilismo o la esperanza en la varita mágica de la demagogia.
- Este 2014 ha sido un año de enorme actividad literaria: presentaciones, conferencias, coloquios… ¿Qué eventos recuerdas con mayor afecto y cariño?
Lo he pasado muy bien
acumulando sociología y páginas. Siempre
es un placer estar en los actos culturales de Rivas, el paseo por Madrid con
Raquel Lanseros, la lectura en la Librería Alberti con el poeta y editor Javier
Sánchez Menéndez, la tertulia en la Feria del libro con Ramón Eder, Abelardo
Linares y Karmelo C. Iribarren, las
charlas culturales con mis alumnos del instituto… Y sobre todo los regresos a
la buhardilla, con un poco de jazz en la pletina y nuevos libros… Falta que
prontito podamos compartir tapas y copas por Madrid o unas fotos en Oviedo, querido
Miguel, junto a la paciente estatua de Woody Allen.
Gracias por la
entrevista. Ha sido un placer.
Desde hace unos meses intercambio mensajes digitales con Miguel Floriano (Oviedo, 1992). Es un estudiante de Filología Hispánica con tres entregas editadas. La última, TRATADO DE IDENTIDAD, acaba de salir al mercado y lleva un prólogo firmado por mí. Es un placer colaborar juntos. Miguel representa el todo por hacer, la pasión literaria sin cansancio y el paso dispuesto a desbrozar sendas. Gracias, Miguel, por tu amistad.
ResponderEliminarDe nada, José Luis. Gracias a ti por el afecto y la confianza, que, así y todo, no dejan de ser síntomas de una encomiable valentía y amor por tu trabajo. Un abrazo colosal.
EliminarInteresantes preguntas y jugosas respuesta. A todas luces, un coloquio fructífero, del que se nos permite disfrutar. Muchas gracias a ambos.
ResponderEliminarQuerido Antonio, soy un tipo gris que solo sabe hablar de libros. Y la verdad es 2014 que ha sido un tiempo lleno de sensaciones literarias. Tengo la mesa atestada de libros y afectos. Feliz año y un abrazo.
EliminarJosé Luis,
ResponderEliminargracias por tu comentario,
un gran abrazo y feliz comienzo de un año nuevo.
Nos leemos,
Natalia
Querida Natalia, es un placer seguir juntos en la amistad y en la poesía. Espero que sigas acercando la poesía rusa al castellano y que GRIETA me depare unas horas de felicidad lectora. Seguimos en contacto, me he hecho seguidor de tu blog para estar al tanto de las novedades. Un abrazo de nuevo.
EliminarInteresante entrevista. Gracias por compartirla.
ResponderEliminarQue llegue año nuevo cargadode buenos deseos.
Un fuerte abrazo.
Y que llegue prontito mi antología a tu casa. Sé que guardarás en los estantes para ella un rincón lleno de afecto. me lo he pasado muy bien hablando con Miguel Floriano. Afecto y buena poesía.
Eliminarjose luis
ResponderEliminargracias por habernos encontrado y poder conocernos a traves de las palabras
Gracias a ti por hacer de la literatura un diálogo cordial con los sentimientos. Las palabras sin emociones son arqueología, simples fósiles. Un abrazo y feliz año nuevo.
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