miércoles, 2 de diciembre de 2015

CRISTIAN DAVID LÓPEZ. PERMISO DE RESIDENCIA

Permiso de residencia
Cristian David López
La Isla de Siltolá, Colección Tierra
Sevilla, 2015

DESPERTAR A SOLAS

   En cada conciencia individual gravitan siempre las coordenadas del origen, un lugar que sobrevive a cualquier contingencia. Se aloja en el mapa de la memoria para despertar a voluntad, como si concediera un sitio habitable al estar presente de carencia y búsqueda. Cristian David López nació en Lambaré (Paraguay) en 1987, y el legado cultural de su país es un signo estable del quehacer literario. Con el poeta y crítico José Luis García Martín, fue coeditor y versionó al castellano Cantos guaraníes / Guarani purahéi. Asimismo impulsó la salida de Aforismos y reflexiones, obra del modernista paraguayo Rafael Barrett, y dejó en su novela La patria del hombre una crónica epocal, marcada por una profunda estela autobiográfica que hace recuento de sucesos significativos asociados a la infancia. Con ese bagaje bibliográfico no pasa inadvertido el título de su primera compilación lírica, Permiso de residencia; de nuevo remite a la inmersión en un entorno distinto y a la pertenencia eventual a otro contexto social. La acreditación legislativa facilita una residencia estable y la realización de actividades laborales, mas no borra la condición de trasterrado, la certeza de ser un extranjero que busca sitio. Pero el enfoque de Cristian David López está muy lejos de la extrañeza reivindicativa, no se siente un expulsado del paraíso. El sujeto poético tiene una mirada diáfana y abre los brazos  con una nítida propuesta dialogal a la gente común, sin argumentaciones solemnes y con un saludable punto de ironía. Leemos en el poema introito “La llamada”: “Vengan, / los que no aprietan el tubo de dentífrico por el medio, / los que no cruzan los pasos de peatones en diagonal, / los que no manipulan el móvil al caminar por las calles, / los amantes del vino y la poesía, / los que se bañan para dormir, / los que tienen alguien con quien soñar / (aunque cada noche duerman solos)…” . Son versos para el hombre común que unifican coloquialismo y sentimentalidad, que conectan con el transeúnte despojado de cualquier dimensión épica, que hacen de la historia personal un estar apelativo empeñado en reconocerse en los otros cercanos.
   De este modo el sujeto poético postula una reflexión en la que afloran las señales de un tiempo a través de composiciones breves, de dicción despojada, con mínimos elementos de uso y un claro sentido aforístico en los finales. Algunos poemas se ajustan al molde versal del haiku, una estrofa ligada al ciclo estacional, al temporalismo y al contacto con la naturaleza. Resalta en esta primera parte la naturalidad expresiva, esa aparente confianza en mostrarse ante la otredad sin máscaras ni artificios, como si las palabras pronunciaran un sencillo ideario estético: “Desnudos los pobres / desnudos los enamorados, / los ciegos, los lisiados, / los huérfanos, los exiliados, / los sueños / desnuda la poesía “.
   El tramo central del poemario, “Biografía de ausente”,  agrupa composiciones más reflexivas. Los poemas reconstruyen un trayecto biográfico desde su epifanía, como si la existencia dispusiera un recorrido entre el desarraigo y la incertidumbre, pero también la invitación al amor que marca varias composiciones del cierre final, “El viejo sueño”. Ningún espacio geográfico borra el cauce de lo sentimental ni deja en silencio al tacto de lo emotivo.
  Cristian David López organiza Permiso de residencia como un animado relato experiencial en el que los bloques poéticos tienen una aparente independencia aunque comparten los sonidos de una voz cercana, que transmite sensaciones emocionales, y que tiene un sentido humanista de la existencia. Si la vida resulta aleatoria y umbría, no viene mal conceder al aliento un poco de aire limpio, una alegría sujeta con un clip pasajero, un respiro que haga de la esperanza un trabajo estable, con permiso de residencia. 



12 comentarios:

  1. Qué ganas de leer este poemario de Cristian David, por los versos que compartes y por tu reseña veo que transmite en su Poesía la misma sensación de sencillez y humildad (en el mejor sentido de la palabra) que me transmitió cuando le conocí y cada vez que le veo. Una buena persona y un buen poeta. ¿Qué más?
    Gracias por compartir José Luis.
    Feliz semana!
    Sandra.

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  2. Comparto tu visión sobre Cristian David, querida amiga, es la que me han dejado todos los trabajos literarios del poeta que se van acumulando siempre con el gesto tranquilo de la humildad. La mejor manera de salir al día. Debo confesarte también, Sandra, que el editor de la Isla de Siltolá es muy generoso conmigo y siempre me mantiene al día de las novelades de la colección Tierra, un proyecto dedicado a la poesía más joven. Feliz jornada y un gran abrazo.

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    1. Una gran colección, sin duda.
      Abrazos de vuelta!

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    2. No es nada fácil editar poesía joven; ya sabes que el circuito lector es mínimo y si además el poeta no es conocido las posibilidades de recuperar la inversión son muy escasas; por eso el esfuerzo editorial supone un gesto digno de aplauso. Gracias Sandra por tus reflexiones.

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  3. Muchas gracias por tus palabras, amiga Sandra. Y también a ti, querido José, por tender siempre este puente de papel a mi literatura, por recibirme tan bien. Todavía no puedo creer que estoy formando parte de esta maravillosa editorial que es Siltolá. Jamás dejaré de agradecer a Javier este maravilloso regalo que me ha hecho. Es una muestra más de que tengo muchísima suerte en este mundo. Un abrazo. CDL

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    1. La poesía no es más que una conversación a media voz, querido amigo, en la cual siempre suenan muy bien los valores de siempre. Y es un placer escucharte. Feliz jornada, poeta.

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  4. Muy bella presentación, que invita a la lectura reposada...

    Saludos

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    1. Eres muy amable, Ildefonso, agradezco mucho tu presencia en estos puentes y espero de corazón que mi literatura te deje algún instante de felicidad lectora. Un abrazo

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  5. Una grata invitación a un escritor desconocido para mí. Gracias José Luis. Un abrazo

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    1. Ayer lo comentaba con dos poetas asturianos muy jóvenes, Carmela, siempre me ha gustado como crítico promover la atención hacia itinerarios que arrancan en el ahora. Una firma consagrada no necesita más apoyos, un poeta joven sí. esa es la razón esencial por la que dejo a menudo en el blog "puentes de papel" el primer paso de un nombre nuevo. Cristian David López, ya había publicado su primera novela una traducción, y se acerca ahora a la poesía por primera vez. Y hay que abrir cauce a su voz. Un gran abrazo, querida amiga.

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  6. Me seduce la poesía fresca de la juventud, pero debo de reconocer José Luis, que me acerco con cierta cautela.

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    1. Un primer paso es siempre un titubeo, Carmela, un tanteo en la sombra. Sería muy triste que alguien no fuese capaz de superar con experiencias y lecturas las primeras erratas. La escritura es siempre búsqueda y aprendizaje. Y la poesía joven se define por esas cualidades, así se lo decía hace muy poco a dos poetas jóvenes asturianos -Lorenzo Roal y Mario Vega-con los que comentaba la excelente cosecha que el siglo XXI está dejando en Asturias. Qué felicidad poder hablar contigo desde esta silla dispuesta. Un abrazo y feliz domingo.

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