Franz Kafka Archivo personal |
FRANZ KAFKA Y YO
Releo a Franz Kafka con frecuencia
alevosa. Para entender el mundo. Para entenderme yo. Para interiorizar que el
absurdo forma parte de lo cotidiano y hay que respirarlo con sosegada cadencia,
sin apremio, sin pánico. El confinamiento por la pandemia, la estrepitosa situación política de zancadilla y crítica, la idiocia nacionalista y el trilerismo de quienes manosean el sentir colectivo en los medios de
comunicación son asuntos que me llevan a Kafka.
La biografía del escritor parece
disentir de su obra. Fue un modesto judío de Praga cuyo itinerario vivencial
estuvo regulado por la rutina de horarios funcionariales que no pueden
interpretarse en clave literaria. Sus relaciones con los demás
fueron pobres, como si permaneciera en el umbral del otro o detrás de un
cristal que asegurara su confinamiento. Fue el representante típico
de una interioridad aislada que, sin embargo, observa el entorno con profundo
interés. Lo que sucede dentro y fuera desconcierta; la azarosa relación de causas y efectos legitima el absurdo y el caos impera convertido en una seña de identidad
colectiva.
Me callo; leo a Kafka.
(Apuntes para un diario)
Una sociedad que cada día avanza más hacia ese absurdo. Un abrazo, José Luis.
ResponderEliminarOtro grande para ti, con esa poesía última y plena que siempre caligrafía la amistad. Mis mejores deseos para tu nuevo proyecto literario. Y muy agradecido por tu mirada.
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ResponderEliminar"El mundo prodigioso que tengo en la cabeza... Pero ¿cómo liberarme y liberarlo sin destrozarme? Y preferiría mil veces destrozarme, antes que retenerlo o enterrarlo dentro de mí. Que para eso estoy aquí, me parece evidente" (escribió Kafka en sus diarios).
Así que no es que kafka fuese literato, es que él era la literatura.
Sandra Suárez
Y de esa identidad sigue dejando el tiempo su huella más hermosa, su invitación al libro, su fuerza intacta, querida Sandra Suárez. Un enorme abrazo y suerte grande en este tiempo extraño.
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