jueves, 11 de febrero de 2021

A SOLAS, ENTRE LIBROS

Los días laborables
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

 

A SOLAS, ENTRE LIBROS

 
   Como colofón de un estudio crítico de alcance la bibliografía se puede construir de dos maneras –tal vez haya más, pero esta síntesis de urgencia me parece más clarificadora-, con un estar asentado en el tiempo que suma títulos, apuntes y libros subrayados, y con el gesto urgente de quien compone mosaicos a base de teselas ajenas.
  La segunda forma obedece a la práctica instantánea del robo alevoso y al mínimo esfuerzo, pero es un quehacer con amplio mercadillo de cultivadores. Da mucho juego. Resuelve una urgencia inmediata y no deja rastros inculpadores en quienes no saben más de uno o dos puntos cardinales. Norte y tal vez. Además son bibliografías sin criterios selectivos, donde el comentario amical es un referente frente al magma crítico de alta densidad y se admite en su textura el enfoque de parvulario, para que en caso de disonancia lectora, uno sepa que el error es de humanos y que dos y dos son siete. Son bibliografías con virus que ningunean trabajos necesarios y hechos con el esfuerzo, la lucidez y el rigor del ensayista en el tiempo, ave de vuelo bajo que suele ser víctima propiciatoria del ninguneo.
   Las bibliografías de baratillo dejan una de cal y otra de cal, que es arena disfrazada de harina, pero suben mucho la autoestima de quien las elabora. Suele argumentar, en plan comediante barroco, y con selfie mental en primer plano esa egolatría del “No he de cambiar por más que me señalen con el dedo…”
  Las bibliografías rigurosas no necesitan nudo argumental en su defensa de oficio. Siguen el trayecto lento y casi inadvertido del árbol. Son semilla que muda en raíz, que muda en árbol, que muda en fruto y fronda. Un día deja de crecer y se hace simple madera calcinada. El intenso quehacer se marchó al pie de página de la literatura ligero de equipaje, náufrago y solo.
   Hace unos días un internauta irónico- sé que es buena gente y sé también que la ironía necesita un contexto- preguntaba cuándo se convocan las oposiciones a crítico y quién ocuparía las próximas plazas en los principales suplementos nacionales. La respuesta está en el viento: cuando haya tipos a solas, entre libros, con una insólita generosidad lectora, que dejen sus propios libros para afrontar el estudio profundo de los demás. Cuando las plazas se consigan por méritos lectores y no por las posiciones en los rinconcillos del poder. Cuando se acepte con gratitud que es bueno que alguien proponga sendas de recorrido en la literatura, para que cada voluntad, cada lector, se asome a solas al acantilado de la escritura. Para que mire o salte.    

(páginas del diario)



2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchísimas gracias, querido Luis Alonso; es bueno a veces buscar sentido a ese caminar de sombras del trabajo diario; estar entre libros es una manera de habitar el mundo, aunque nunca sabremos si merece la pena tanto esfuerzo...

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