Ana Fotografía de Bas Mati |
Oropesa del mar, Castellón, julio de 2021
Bajo la sombrilla... ¿es el mismo paisaje ante los ojos?
No, las vacaciones cambian las coordenadas situacionales. Nos alejan de esos temas urgentes que copan las pulsaciones de la actualidad. Los hechos llegan como un eco observado en soledad. Parece que las palabras hablan de espaldas.
¿El mar es un bolero?
Cualquiera que se
acerque al mar en las primeras horas de la amanecida y recorra el suelo húmedo
y arenoso, escucha de inmediato un chorro de voz repleto de emociones y el pentagrama
azul de los boleros… Pero es una percepción maleable, capaz de interpretar también otras partituras al gusto del oyente.
¿Es
posible la lectura aquí?
Los sentidos están
sometidos a una intensa terapia visual; la lectura se disgrega, se ralentiza,
se fragmenta y cuando retorna prefiere las formas breves: aforismos,
microrrelatos y naturalmente los poemas. El verano exige otra forma de leer.
¿Qué
títulos en su mochila de verano?
Traje un par de bolsos
porque desconozco todavía cuando regresamos a la rutina, y entre ellos están algunos títulos de Seudología, la obra
completa de Miguel Catalán sobre la mentira, editada en Verbum, que es una esquirla contra la falsedad y contra la ausencia de valores de nuestro tiempo; también Cuaderno de historia de Manuel Rico, editada por Pre-Textos, un par de novelas de Emmanuel Carrére y algunas revistas literarias en
papel como Ítaca, Turia y Paraíso… Además, mis hijas vienen a vernos el fin de semana y nos dejan en
las manos los libros que dormían en el buzón de casa… Aquí también hay que comprar nuevas
estanterías.
¿Sigue
conectado a la actualidad literaria?
Sí, no soy capaz de
vivir la literatura a tiempo parcial; para mí la literatura es media vida, la
otra media también. Por tanto, dedico algunas horas de la mañana a trabajar en
proyectos acordados y con fecha de entrega, respondo el correo y de cuando en
cuando escribo algunos aforismos y reseñas…
¿Qué
nombres propios de la actualidad
resaltaría?
Los premios literarios convulsionan el tranquilo paisaje de lo establecido. En los
inicios del verano, he obviado nombres propios, pero hay entregas relevantes que deben leerse con sosiego como Solo inclasificable de Efi Cubero y Un tigre se aleja de Rubén Martín Díaz.
¿Y de aforismos?
Este año he publicado dos entregas aforísticas, Migas de voz, una antología editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, con prólogo de Carmen Canet, y Planos cortos, un particular homenaje al cine desde el decir breve, editado por Trea. Así que he optado por otros géneros como la poesía o el ensayo, aunque la realidad es siempre azarosa y extraña y no descarto retomar títulos cuya lectura me dejó un gratísimo sabor de boca.
¿Sigue su trabajo crítico a pie de mar?
No tengo más remedio; debo entregar dos ediciones en octubre y aunque su formato final estará listo en septiembre, no descuido los afanes correctores ni las notas. Así que entre los pliegues de las olas, mi voluntad literaria camina por los senderos habituales… Camina a solas y despacio.
Como siempre, da gusto leerte.
ResponderEliminarAbrazos con mucho calor desde Granada.
Abrazos de regreso a una ciudad tan hermosa y tan llena de poesía, querida Carmen; el blog tiene sentido por ese diálogo continuo con gente como tú, capaz de romper incertidumbres y soledad. Enorme abrazo, querida poeta.
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