El frío de la página Imagen de internet |
ESCRITURA EN EL VAHO
(Epitafios)
He
soñado con la realidad. Con qué alivio me he despertado.
STANISLAW J. LEC
La
muerte no es nada,
cuando
existimos ella no existe
y
cuando aparece, nosotros desaparecemos.
EPICURO
la muerte no reconoce
ninguna otra verdad.
Sobre mí prosigue su labor
la luna quieta.
Carezco de otra luz.
y la serenidad de este paisaje
que no sabe quien fui.
Miro sin comprender
y reclamo razones para estar en la nada.
No hay respuestas;
la pureza del aire
habita el desamparo.
pero las formas se han desvanecido
en el escaso jugo de una tierra estéril.
Estoy con otras sombras y nos une
la mansa convivencia,
el aire de familia
de los que nada piden al futuro.
un recorrido de memoria y sueño
que convierte al que fui
en terco pasajero de otra ruta
que ya no identifico.
El pasado se puebla
de restos arqueológicos.
con vocación de sima.
A tientas me desplazo
sin que se marquen huellas
ni dejen una imagen
los lugares de paso.
Nada sucede aquí;
nada sucede.
Después de todo,
cobijo la pereza.
En el silencio, nadie;
un estar sin contornos que tantea
y mide con desgana
el transcurrir del tiempo.
de un dédalo de calles
y paisajes extraños
tras un rastro invisible.
Prosigue la deriva;
es terca voluntad
que empuja hacia otra parte.
En un tiempo sin tiempo,
ensordecido,
busco un lugar
para empezar de nuevo.
un triste empeño en seguir hablando
cuando se consumió
mi turno de palabra.
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