Dentro |
LARVA
Atrapada en una soledad silvestre y en un oficio infame, la piel curtida de su mal carácter fue agrietándose con el tiempo hasta destilar un carácter enfermo, inhabitable, oscuro, como un denso pasillo sin final. Fue un cambio imperceptible.
De cuando en cuando abre los ojos en la sombra y exige claridad, esa ilusión etérea de las cosas que muestran pujanza, tacto firme y cercanía.
La luz, acurrucada, nunca acude. Resiste. Deja lejos su cáscara vacía. Tiene miedo también.
(De Cuentos diminutos)
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