Elogio del avestruz Fotografía de Javier Cabañero Valencia |
INOCENTADAS LITERARIAS
Cuando la verdad se desnuda
hay muy pocos que la reconocen
José Mateos
Hay presentadores farragosos, eruditos y analfabetos funcionales; sin embargo, todo el evento gira en torno al umbral de sus palabras. Detecté su indigencia de inmediato, en la charla previa. No había leído a nadie. Citó dos o tres nombres de famosillos digitales y crítico mucho la vida literaria y los premios; se sentía un náufrago de la ética en mitad de un tiempo borrascoso. Tacho el nombre de inmediato, cuando vuelvo a casa. Antes no existía, ahora tampoco.
Nunca ha percibido la amistad
como una senda de dos direcciones. Se siente río que no remonta, de dirección
única.
Debo escribir sobre la guerra de Ucrania. Pero sin tópicos ni obviedades. Con valor literario. Hay que dar tiempo.
Los advenedizos dejan las telarañas de su conspiración en las nuevas raíces de afectos; promueven la liquidación por
derribo de quienes estuvieron siempre.
(Diario: páginas de incertidumbre)
Contundente.
ResponderEliminarAbrazos, poeta.
No te asusten demasiado de mis dogmatismos verbales, que son siempre certezas de vuelo raso; me enerva la egolatría y ese individualismo extremo que pisa las aceras de lo diario; pero todos estamos hechos de contradicciones, de esa piel frágil de la incertidumbre que decepciona. Un gran abrazo, querida Gabriela.
EliminarOtro grande para ti, José Luis. Feliz jornada.
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