Una miga de pan Imagen de Internet |
EL GORRIÓN
Para Asier
Nómada todavía
en la ladera azul del horizonte,
el gorrión acampa
junto al césped maltrecho
que guarda mi sombrilla.
Alzo curioso el párpado
y más allá de mí
el pico engulle
un cómplice silencio sensorial.
A resguardo las alas
se remansan,
suturan un paréntesis fugaz;
los pliegues del plumaje
son destellos de sol sobre los hombros.
Cumplida la tarea,
se adentra en la distancia
la renacida alquimia de voluntad y vuelo.
Pone tildes el aire
en las vocales de un lugar perdido.
Sin pronunciar palabras,
queda en el surco abierto
del testigo
el rumor apacible de lo que permanece;
el tanteo fugaz que cobija la ausencia.
Después, todo retorna,
es alegría intacta la lumbre del comienzo.
Otra vez, solitario,
vuelvo al libro y perdura
en el opaco limo del poema
ese punto de quiebra de otro vuelo,
el reclamo oferente de otra miga de pan.
( Del libro Nadar en seco, 2022)
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