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lunes, 29 de agosto de 2022

EL MIEDO

Sellar el frío
Imagen
del 
Archivo digital de internet



EL MIEDO

                  A Dolores Leis Parra,
                  artesana y narradora,
que buscó armonía en el poema

El miedo a los seis años
era un cuarto lejano,
un recinto sellado y tenebrista
con prestigio de infierno,
y un viejo sin edad 
que dormitaba junto a un perro agónico,
bajo los soportales.
A los doce su miedo
habitaba en los libros,
igual que fotogramas de holocaustos.
El miedo en la veintena
fue aquel tiempo confuso
de amarse bajo el cielo,
ese rumor de trenes que enlazaba
la ausencia y el deseo.
A los cuarenta y ocho fue su miedo
un espacio interior, claudicaciones...

Tuvo más miedos: al cumplir cincuenta,
a los sesenta y tantos,
cuando no tuvo edad
y en una larga noche,
asmática y feroz,
apareció en la sombra encanecido
aquel miedo inasible de seis años.

       (De la antología Mapa de ruta)






viernes, 27 de abril de 2018

CON ÁNIMO INESTABLE (Una entrevista de Dolores Leis)

Primavera en Rivas
Fotografía de
Javier Cabañero Valencia

CON ÁNIMO INESTABLE


Por DOLORES LEIS PARRA
novelista y artesana
Talagante
Región Metropolitana de Santiago, Chile

   Con un camino creativo que suma poesía, crítica y aforismos, José Luis Morante (Ávila, 1956) pone en el blog el ánimo inestable de la creación, reseñas, poemas, microrrelatos… El resultado es una propuesta que varía casi a diario, llena de fuerza.

Tanta actividad… ¿No cansa?

JLM.- Sí, mucho; la literatura es un espacio tan amplio que recorrer sus sendas a diario aboca en el cansancio; me acuesto pronto y esas primeras horas del sueño son esenciales para recuperar fuerzas y ánimos; después me despierto con las primera claridad, madrugo, empiezo la tarea y de nuevo al despedirse el día siento los genes de un hombre cansado que repite hábitos sin variar puntos y comas.

En el blog “Puentes de papel” casi todos los contenidos se ven desde la poesía…

Intento ser variado en las entradas, pero la poesía me parece el género esencial; es el que condiciona mi propio recorrido creador  y el que regula las lecturas diarias; dedico muy poco tiempo a la novela y más al ensayo crítico, aunque los libros que dejan más felicidad entre mis manos son los de poesía.

¿La poesía mantiene esa identidad de ser palabra en el tiempo?

La definición de Antonio Machado no ha perdido vigencia; pero hay otros enfoques que no tienen fecha de caducidad y complementan la profundidad del poema: el compromiso, el canto elegíaco, la introspección, el yo solidario, el juego verbal, la imagen, la cata aforística…

Hay también en ti una  clara disposición a los viajes

 He ejercido muchos años como profesor de Geografía e Historia; y siento los viajes como un aula natural, desplegado y abierto, dispuesto aa mostrar espacio y tiempo... Conocer otras formas de vida te hace ser más objetivo con lo que tenemos, y mucho más tolerante con la diversidad... me encanta viajar; pero no soy de los que se entristecen en el regreso; volver a casa es reencontrarme con mis hábitos, con mis espacios domésticos llenos de libros.

Tu último trabajo es Aforismos e ideas líricas, una edición sobre los aforismos de Juan ramón Jiménez. ¿Cómo surge ese proyecto?

Preparaba una visión global sobre el aforismo contemporáneo y me capturó el legado aforístico de Juan Ramón que no solo es poeta sino una de las voces fuertes del aforismo español; y así fue creciendo esta selección que recoge un estudio contextual del poeta y una amplia muestra de más de ochocientos textos.

¿Y para cuándo la novela?

  No existe en mí la menor intención de explorar ese género; estoy tan condicionado por las lecturas que no sabría renunciar al tiempo lector y a la poesía. Así que seguiré leyendo, con el placer de siempre la obra de novelistas como tú, querida Dolores.

¿Se conoce el trabajo de autores latinoamericanos entre los poetas españoles?

 Internet ha engrandecido casi al infinito la biblioteca personal de cada autor, así que uno tiene la sensación de seguir itinerarios muy lejanos, como si fuesen calles de la propia ciudad. creo además que Latinoamérica es un ámbito literario de primera magnitud que a cada instante engrandece nuestro idioma.Y al espacio del continuo fluir pertenece también esta conversación digital. muchas gracias querida amiga. 


Dolores Leis Parra
Autora de las novelas El último Bernal
(Ed. Círculo Rojo, 2013)
 y El pasado en cada esquina
(Nostrum, 2015)

lunes, 6 de julio de 2015

DOLORES LEIS. SECRETOS

El pasado en cada esquina
Dolores Leis
Nostrum, Ediciones Vitruvio
 Madrid, 2015
SECRETOS

    En la amanecida de su escritura, El último Bernal (Círculo rojo, 2013),  Dolores Leis cimentaba su quehacer narrativo en el espacio verbal de un realismo neorromántico, con hilos accionales de larga duración temporal, donde los personajes adquirían carácter e  identidad a partir de actitudes, emociones y deseos frente al entorno.
  Su segunda salida, El pasado en cada esquina elige como marco histórico el primer tramo del siglo XX. Concretamente, los años en los que perdura el gobierno golpista de Primo de Rivera, una etapa que supuso la liquidación del sistema canovista y la alternancia de partidos. Es momento de incertidumbre y cambios. La situación económica es compleja y se respira un clima de postración y anarquía que facilita el asentamiento del régimen autoritario. La mano militar asegura una solución provisional que instaura el orden en las calles, pone las bases para la recuperación económica y siembra un cierto sosiego.
  En esos años, Madrid es un retablo de clases sociales muy cerradas, en las que es difícil traspasar límites; en el laberinto urbano de la capital caminan los personajes de la novela que comparten una clave singular: todos están subordinados a la profunda estela del pasado en sus itinerarios biográficos. Lo vivido no es una sombra apagada sino una chispa dormida que se despierta con la más nimia brisa para incendiar la calma del ahora y multiplicar sus efectos secundarios.
  Así sucede con los dos entornos más representativos de El pasado en cada esquina: el pintor frustrado y galerista de éxito, Mariano Guzmán, y su hermosa hija Gala, y la familia del doctor Sotomayor, su esposa Carmen, la pequeña Marita y la joven Amanda, que suma a sus pormenores de su existencia otro núcleo más. Actúa una coral  de biografías dispares que acaban conexionando entre si para demostrar que cada vida individual es un peón prescindible que juega inadvertido en las tablas marcadas del destino. Las dos familias viven en la misma calle y, poco a poco, las afinidades vivenciales germinan para dar nuevos sentidos al discurrir. Por un lado, el galerista, tras su frustrada experiencia matrimonial con Elisa Monterrey, que le hizo exiliarse en la ilusión del arte y en el París del vanguardismo y la bohemia deja cauce libre a los sentimientos renacidos; lo mismo sucede con su hija Gala, que desconoce el verdadero acontecer vital de la madre desaparecida y también siente el aliento del corazón.
 Los compromisos laborales del doctor Sotomayor, nombrado director de una institución sanitaria, derivan en muchas horas de soledad entre los miembros de su familia, circunstancia que facilitará el encuentro con el galerista y su hija. De ese contacto vecinal nace una amistad llena de itinerarios por descubrir. Otra vez el azar tiene en sus dedos el tacto del pasado porque cada figurante firmó en el pretérito un secreto inadvertido.
   La segunda novela de Dolores Leis captura de inmediato por la capacidad de seducción argumental. El avance de El pasado en cada esquina se va perfilando con saltos temporales aplicados en reconstruir cada historia concreta, y por la identidad de los personajes cuyos sentimientos dejan sitio a las contradicciones que nos habitan, a ese perfil sombrío hecho de luz y sombra, siempre frágil y expuesto a una atmósfera emocional inestable, en manos del destino.  

jueves, 12 de junio de 2014

HETERÓNIMOS

En la buhardilla (Rivas, 2014)
Fotografía de Dolores Leis Parra
 
HETERÓNIMOS

   Dentro de mí conviven, abocados
a una inmensa rutina sedentaria,
el yo que pienso y otro, el que parezco.
Un pacto, que firmaran con los ojos,
les conmina
a respirarse en cierta tolerancia,
y ambos han sido absueltos
de mencionar, siquiera,
cuál fue la última causa
que les diera la vida.

   Cada uno tiene ya su enclave exacto:
el yo que pienso
habita día y noche
la intimidad de estas cuatro paredes.
Es semejante a un niño que olvidara crecer
y por lo mismo
nada en el mar de una sabia ignorancia.
("Acaso sea el invierno..."
es razón suficiente para explicar el cosmos)
Y balbucea. Ríe.
Se pierde en los espejos. Gesticula.
Colecciona recuerdos como si fueran conchas
que ha enterrado el olvido.

A veces llora, y viste el jersey gris
de la melancolía;
entonces toma un folio,
donde inicia el galope un sentimiento
y se hace reo de pertinaz tristeza,
hasta que traspapela la mirada
y descubre cansado
que afuera cae la lluvia
y mojan su perfil unas livianas gotas de mi nube.

   El que parezco
está en la calle de continuo.
Todos le conocéis
pues con todos comparte ese pan y esta sal
que, bajo el brazo, trae la vida,
las cotidianas dosis
de angustia existencial, trabajo y ruido.
Con él tropiezo,
una tarde cualquiera, al doblar una esquina
y, tras justificarme torpemente,
"hallé la puerta abierta y me aburría",
me despido gozoso y luego marcho,
el paso lento, sepultadas las manos
en los amplios bolsillos del vaquero,
a ver, sin más, el mundo por mis ojos.

                       Rotonda con estatuas, Madrid, 1990

jueves, 1 de mayo de 2014

UNA CONVERSACIÓN CON DOLORES LEIS

En Rivas con José Luis Morante, abril, 2014
Fotografía de Dolores Leis
Entrevista a José Luis Morante,
editor del libro Hilo de oro (Antología poética 1974-2011)

Hilo de Oro (Antología poética 1974-2011), preparada para Letras Hispánicas (Cátedra), engloba casi cuarenta años de trabajo poético de Eloy Sánchez Rosillo. La llegada del volumen a las librerías es motivo para esta conversación con José Luis Morante, algo que siempre es un placer. Se respira la satisfacción del poeta y crítico abulense ante la obra bien hecha.
Dolores Leis: Si te parece, quiero dar comienzo a la entrevista con una pregunta necesaria para los lectores menos habituales de la poesía ¿Qué diferencia una Antología poética de una Edición crítica?
    José Luis Morante: Gracias por tu disposición y por el afecto que siempre muestras a mi trabajo literario. Es verdad que las ediciones críticas asustan a algunos lectores, tal vez porque se consideran publicaciones rigurosas y especializadas que contextualizan el quehacer creador, mientras que una antología es sólo un muestrario de poemas, que puede llevar introducción o no, y que no tiene una bibliografía exhaustiva o las notas aclaratorias.
    D.L: Con Hilo de Oro son tres las ediciones realizadas en Letras Hispánicas, están Luis García Montero, Joan Margarit y ahora Eloy Sánchez Rosillo, ¿tienes en mente algún poeta para una nueva edición?
    J.L.M.: Sinceramente, no; estoy en esa fase de sosiego y disfrute que proporciona la conclusión de una tarea intensa. Han sido muchos meses de lectura y dedicación y ahora corresponde mirar el paisaje de lo cotidiano con el bolígrafo dormido.
    D.L: Abro el libro al azar. Página 291, “El viaje”, y encuentro en el poema ecos que tal vez envuelven la poesía de José Luis Morante ¿Por qué este autor?
    J.L.M.: Estamos integrados en el cauce de la tradición; se reiteran motivos y enfoques; así que todos los poetas están enlazados por la pertenencia a una lengua, a una cultura, a una visión creadora. La calidad de Eloy Sánchez Rosillo me eligió a mí por el peso específico que su trabajo tiene en la lírica actual, por su forma de entender el poema a media voz, por la emoción sentimental que late en sus textos; había muchas razones y afinidades para abordar la edición.
   D.L: Al leer el prólogo de Hilo de Oro se aprecian muchas horas de estudio y lectura. Un estudio que según cuentas te ha servido no sólo para conocer la obra o al poeta, también a la persona que se esconde tras los versos ¿Es Eloy Sánchez Rosillo como imaginabas?
   J.L.M.: La persona es coherente con su perfil literario; no sólo no me ha decepcionado sino que he ganado un amigo; he descubierto su rigor ante la literatura, su plena vocación ante el poema, y su generosidad para sacarme de incertidumbres y dudas. Su actitud ante la edición ha sido tan positiva que cada uno de los plazos previstos se ha cumplido siempre. Eloy es un poeta grande y un amigo de talla superior.
    D.L: Cómo tú mismo dices, hacer una edición crítica de un poeta vivo es “un juego de dados”. ¿Cuál ha sido la reacción del poeta al tener la obra en sus manos? Y por extensión ¿Qué sentimientos tiene José Luis Morante ante la edición terminada?
    J.L.M.: Eloy está satisfecho, porque Letras Hispánicas ha cumplido todos los aspectos formales de la edición: ha permitido corregir las pruebas necesarias, estudiar la cubierta, calcular las páginas…El poeta es meticuloso en esa tarea y creo que es evidente la pulcritud que engloba Hilo de oro. Y yo comparto esa alegría, por no haber decepcionado al poeta y por la manifiesta confianza en mí de una editorial tan prestigiosa como Cátedra.
   D.L: ¿Cuál es tu mayor temor al hacer una edición crítica?
   J.L.M.: El fárrago y la erudición gratuita; siempre busco en mis ediciones un acercamiento ameno y didáctico, una lectura para animar a la poesía; así que el aparato crítico lo suelo dosificar mucho y sólo dejo las aclaraciones necesarias. No busco lucimiento barroco ni hermetismo de especialista en cónclave. Prefiero que el lector disfrute, entienda y se anime a explorar al poeta por su cuenta.
   D.L: Cuando estudias a un autor, adquieres conocimientos sobre su modo de trabajo, las técnicas que utiliza y las características de su poesía. ¿Aplicas en tus poemas esos conocimientos?
   J.L.M.: La escritura de poesía se basa en la lectura en buena medida; la crítica permite conocer desde dentro un ideario, vislumbrar con más nitidez errores y aciertos, así que la escritura poética y la crítica se complementan entre sí.
   D.L: Afirmas que el estudio prologal de Hilo de Oro recrea casi cuarenta años de poesía ¿Qué te lleva a elegir unos poemas en detrimento de otros para que formen parte de esta antología?
   J.L.M.: El gusto personal, la originalidad del tema, la emotividad de los versos, un cierre afortunado… Creo que los factores se multiplican; en mi caso además coincidía bastante con el criterio del poeta, aunque él quería incluir menos poemas. Está más de la mitad de los poemas de Eloy Sánchez Rosillo. El lector quedará satisfecho.
D.L: “Desde siempre he visto como lo más maravilloso del mundo el llegar a ser poeta. Lo veía como un sueño irrealizable ¿porqué me iba a tocar a mí ser un poeta auténtico? Desde entonces he trabajado por llegar a merecer ser poeta algún día, porque lo consideraba una ocupación digna en la vida” Palabras de Sánchez Rosillo al diario digital Laverdad.es ¿Se puede ser poeta sin ser auténtico?
J.L.M.: los libros no expenden certificados de autenticidad, ni dan medallas éticas; creo que esos asuntos tan solemnes y tan intangibles me desbordan. Entiendo la expresión de Eloy como una vocación en ciernes que aspira a concretarse. Y que un día se hizo real.
D.L: Y para finalizar, ¿el día que se realice una edición crítica sobre la obra de José Luis Morante qué clase de persona encontraremos detrás del poeta?
J.L.M.: Un lector, un escritor que duda, un profesor de instituto, un solitario, un paseante contradictorio, un sujeto agradecido que valora amistades como la tuya, tan entrañable y valiosa …
   Dentro de mí resuenan las pisadas de mucha gente. Convivo con una multitud.
 

lunes, 7 de octubre de 2013

UNA ENTREVISTA EXPRESS.



Entrevista Express a José Luis Morante

José Luis Morante presenta en la librería Alberti, de Madrid, su poemario “Ninguna parte” (Editorial La isla de Siltolá-Colección Tierra nº4) En él nos muestra el camino recorrido, un entendimiento del ser desde una perspectiva emocional. Retazos de su vida en cada  verso.
Pregunta: El libro se divide en cuatro partes. Patologías, Deshielo, Piedra caliza y Todo lo demás. La primera parte se fragua a raíz de una hospitalización en la que, según cuentas, reflexionas sobre la fragilidad de la vida. ¿Existiría “Ninguna parte” si no se hubiera dado esa circunstancia?
JLM.-  Es verdad que el libro tiene una clara conexión con una etapa biográfica; por tanto los poemas serían otros. Pero el paso del tiempo y la meditación sobre la pérdida son motivos recurrentes de mi escritura. Ya se sabe; somos el tiempo que nos queda.
Pregunta: En una entrada de tu blog lanzas una pregunta "¿Para quién escribo?" y tú mismo  respondes “Acabo aceptando que no sé para quien escribo. Continúo buscando respuesta” No ha pasado mucho tiempo desde que salió a la luz “Ninguna parte” pero tras leer las primeras opiniones y tener contacto con los lectores, ¿crees haber encontrado una?
JLM.-  Mi habitual torpeza tampoco esta vez ha encontrado vetas nuevas; aún así, creo en la escritura como necesidad y suelo escribir porque forma parte de mi forma de entender la vida diaria. Que además de encontrarme conmigo mis libros encuentren nuevos lectores es un premio personal al trabajo diario y una alegría.
Pregunta: “Ser poeta es un oficio artesano que requiere unas gotas de talento y un puñado de voluntad. Y sembrar las palabras con mucha ternura.” Esta hermosa frase la he encontrado en uno de los muchos comentarios con los que nos deleitas a tus seguidores. “Ninguna parte” es una poemario que te ha llevado cinco años escribir. Ser poeta es un oficio difícil y duro que además de sentimientos requiere mucha disciplina ¿Cuánto de cada cosa vamos a encontrarnos en él?

JLM:- Trabajo en la escritura todos los días. Muchas horas. Tengo  una clara tendencia a perderme  entre libros y la lectura forma parte vital de mi existencia. Leo, escribo, rompo, cambio, leo, escribo…. Son ciclos continuamente renovados que exigen un poco de luz y que a veces logran plasmar lo que realmente quería.  No creo en el genio sino en el artesano que labora.
 
Pregunta: “Náufrago” es un poema que nos habla de la posesión como algo pasajero, efímero. “Nueva York” se muestra ante tus ojos con la sorpresa del viajero de paso que ansía verlo todo sin buscar nada en especial. Los dos son viajes, cada uno en un plano distinto de la existencia, el emocional y el físico ¿Existiría “Ninguna parte” si no convivieran estas dos maneras de viajar?
JLM.- Me acuerdo de aquella idea de Kavafis: “Ítaca es el camino”. Estoy de acuerdo, la vida exige un desplazamiento continuo, sea interior o exterior. Ambos itinerarios aportan felicidad y conocimiento, desolación y sombras. Así que hay que seguir viajando.
Pregunta: “Después de tanto buscar/ Nunca sé lo que busco” ¿”Ninguna parte” como destino o como sentimiento de no llegar nunca al lugar deseado?
JLM.- Como ambas cosas, un libro es una conversación en voz baja que permite la cercanía de gente como tú; los andenes que prefiero no son espaciales sino sentimentales y afectivos. Soy más feliz cuando estoy cerca de mis amigos.
Gracias a José Luis Morante por darme la oportunidad de colaborar en su blog. Ha sido un placer.

Dolores Leis Parra
escritora

                   

miércoles, 8 de mayo de 2013

DOLORES LEIS PARRA. EL ÚLTIMO BERNAL.

El último Bernal
Dolores Leis Parra
Círculo Rojo, 2013
 

UNA SAGA FAMILIAR.
 
   En su amanecer como escritora, Dolores Leis Parra dibuja en El último Bernal  la crónica sentimental de una familia del último tramo del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Jimena Martínez del Rosal, joven muy bella e impulsiva, es figura central. Su padre, casado en segundas nupcias con Luisa,  atraviesa un estado económico inestable. Quiere fomentar negocios y realizar ajustes en la economía doméstica y recurre a su buen amigo Emiliano Bernal para que dé solidaria hospitalidad a su familia en el verano. La amistosa relación con Emiliano es antigua y con una alta estima, a pesar de que estuvo enamorado de su primera esposa Estefanía, porque fueron amigos en la infancia y vivían en cortijos cercanos y cuando Estefanía no correspondió la pasión amorosa de Emiliano éste renunció a seguir cerca y abandonó la comodidad para aplacar su inquietud sentimental, aunque nunca logró olvidar a su gran amor; por eso se vuelca con su hija y con la familia de la malograda Estefanía, quien no pudo superar una dolorosa enfermedad.
   Durante la estancia de Luisa y Jimena en una casa rural andaluza otros amigos de Emiliano, procedentes de Inglaterra, visitan la propiedad. De este modo se establece una nueva relación convivencial que siembra sentimientos y afectos y que deja en el lector un cúmulo de imágenes de época de una sociedad muy jerarquizada, atada en sus clases altas por convencionalismos de los que poco a poco se van liberando las mujeres más jóvenes. También comparten días en la Bernalesa los miembros de una familia sevillana, los Vargas, que pronto se integran en las actividades lúdicas del cortijo y aportan al grupo las contradictorias preocupaciones sumergidas que impulsan sus ambiciones y proyectos.
   El fuerte carácter de Jimena no acepta de buen grado el control de su madrastra Luisa, a pesar de la excelente disposición para cuidar ae Jimena como si fuese su madre. Quiere que el padre pueda sentirse orgulloso y  que el ánimo no quede ensombrecido por su condición de huérfana.
   En el escenario ambiental también resaltan las facetas existenciales de otros personajes como los amigos ingleses de Emiliano que ven la finca con el pintoresquismo del extranjero que se acerca a una forma de vida privilegiada, pero condicionada por las costumbres.
   En el fondo diáfano de los cielos andaluces que muestra una clase social en todo su esplendor, Dolores Leis Parra resuelve un mapa de época en el que los personajes van trazando los hilos de un destino impulsados por las circunstancias que no siempre resultan lineales sino lleno de luces y sombras, entremezclados de sueños incumplidos y nostalgias varadas por lo que se perdió en el tiempo, como sucede siempre en lo cotidiano. La realidad es compleja y difícil, sobre todo cuando en los comportamientos funcionan como brújulas el privilegio social y la riqueza, aunque nos muestre un perfil de formas simples y de contrastes inamovibles entre los privilegios de la jerarquía y el estar humilde del pueblo llano.