"Niebla y luz"
Fotografía de José Manuel Vvilaboa Bernárdez
Como una araña gris se ha descolgado
y a su cita nocturna me convoco.
Su seducción estriba en la manera
de corregir el límite y la forma;
disimula edificios,
suspende ventanales de la nada,
dibuja en las esquinas sobresaltos,
con la fuente del parque juega a los detectives,
hace de añejas calles laberintos
y aún tiene tiempo para la ironía
y contradice
a los que, por costumbre,
suelen ver todo claro.
Población activa, Gijón, 1994
Me encanta José Luis, qué manera más bonita de describir la niebla y sus efectos...
ResponderEliminarMe paro en estos dos versos:
"Su seducción estriba en la manera
de corregir el límite y la forma;"
Un gusto leerte!!
Saludos y un abrazo!
Sandra Sáznchez
Y un gusto compartir este largo itinerario por la poesía. Volveré a tu blog con el sosiego adercuado. Me esperan los exámenes por corregir y después te cuento. besos.
EliminarMi blog ha ido evolucionando en estos años desde las cosas más tontas hasta lo que hace ya un tiempo publico que lo considero más serio, así que por favor si miras cosas "antiguas" no seas demasiado duro conmigo. Así pues, recomiendo su lectura empezando por las publicaciones más nuevas. Pero sólo paseate por él si te apetece y cuando te apetezca José Luis.
EliminarGracias! Besos!
A todos nos sucede lo mismo en la vida y en la literatura. Acuérdate de Kavafis: Itaca es el camino. Besos.
EliminarEl misterio de la niebla se hace belleza vaporosa en tus versos. Un abrazo.
ResponderEliminarHola María José. Merece la pena condensar esos hilos de niebla en una lectura simbólica: no todo lo que percibimos es claro y diáfano, ni se puede contemplar a la luz de la razón. También la niebla practica la ironía. Abrazos y gracias por estar cerca.
EliminarMe gusta mucho esta niebla del poema;noto que te has detenido a contemplarla y has encontrado en ella un velo poético a través del cual captas la magia de las cosas.
ResponderEliminarMe encanta el final irónico sobre la clarividencia absoluta de algunos.¡Genial!
Un abrazo.
Gracias, Fanny; el poema pertenece a un libro, POBLACIÓN ACTIVA, que ha cumplido veinte años. Que sus versos no te decepcionen es una gran alegría para mí. Un fuerte abrazo y seguimos cerca, cómplices también en saber que la luz no siempre desvela toda la sombra.
EliminarLa niebla crea espectáculos al amanecer, desde los cerros de Tierra de Campos.
ResponderEliminarY, como en tu magnífico poema, confunde a esos seres prepotentes que siempre creen tener la verdad de lo que está ante sus ojos reaccionarios.
Un abrazo, poeta, desde el frío y desde la nieve que volverá mañana.
Una alegría encontrar de nuevo tus opiniones. Como sabes, buena parte de mi infancia discurrió en La Moraña, una comarca casi idéntica a la Tierra de Campos, cuyo núcleo urbano central es Arévalo. Y de ese tiempo conservo imágenes entrañables de niebla y nieve, de avutardas y urracas... De vida y cereales. Cualquier tiempo pasado es ya una página emotiva en los pliegues de la memoria. Tal vez por eso, llegó el tiempo del sosiego, de andar despacio con los ojos abiertos y pocos dogmas en el bolsillo.
ResponderEliminarAbrazos.
Versos sutiles e ingeniosos para hablar de la niebla. Qué bien vas hilando el poema con sus jirones. Encantada. Besos,
ResponderEliminarHola poeta, ya sabes que la razón no es siempre la brújula precisa que pretende ser. Viene bien en los versos un poco de niebla.
EliminarGracias por estar, de nuevo, cerca.
Un placer leer este poema que desconocía. La niebla tiene que ver muy poco con mi vida, que casi siempre compartí el sol, en invierno y en verano. Sin embargo, tu poema me muestra "claramente" esa niebla, ese punto de ironía que se toma en tus últimos versos. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es Carmela; la niebla me comentó en voz baja que debo desconfiar de esa prepotencia que la razón se concede a sí misma. No todo es lo que es... Siempre una alegría tu voz aquí.
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