jueves, 18 de agosto de 2016

ANTONIO VILANOVA. LA LETRA Y EL ESPÍRITU

La letra y el espíritu
(1950-1960)
Antonio Vilanova
Prólogo de
Adolfo Castro Sotelo
Devenir, El Otro, Madrid, 2012
 


OFICIO CRÍTICO

    Son muchos los que conceden a la escritura de reseñas un valor tangencial, la inocua consideración de un apunte de urgencia  destinado a consumir un plazo efímero. Sin embargo, la tesis argumentada de un buen reseñista sobrevive al tiempo y deja en cada acercamiento a las estanterías de novedades una meditación perdurable. Así sucede con el sumatorio acogido en La letra y el espíritu, una muestra de trabajos de Antonio Vilanova, publicada en las páginas del semanario Destino durante la década del cincuenta.
  El largo introito de Adolfo Sotelo Vázquez documenta y contextualiza el quehacer analítico  de Antonio Vilanova, quien ya en el amanecer de su afán lector consiguió juicios muy favorables sobre su lucidez crítica. Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre percibieron en el joven profesor universitario una encomiable capacidad para el ensayo. Los poetas del 27 acertaron en su valoración; pronto el perfil de Antonio Vilanova consolida sus rasgos en una demarcación muy amplia. El discípulo de Ortega y Gasset concitó el asentimiento  general de los intelectuales del momento por su preparación y por la batería argumental de sus ideas.
  En el volumen La letra y el espíritu se comentan ediciones de novela y poesía de autores universales que han superado en casi todos los casos la prueba del tiempo. Están las obras de Rilke, T. S. Eliot, W. Faulkner, George Orwell, Albert Camus… Autores singulares, de fuerte carisma, que tras sus primeras salidas consiguieron reputación universal y cuyo influjo fue iluminando poco a poco el maltrecho clima cultural de la posguerra. Muchos de los escogidos fueron merecedores del Premio Nobel de Literatura.
  En casi todos los artículos percibimos un sólido conocimiento del entorno escritural del autor analizado y una panorámica de conjunto que ayuda a trazar las coordenadas estéticas de cada universo escritural. Antonio Vilanova es un crítico formado y sus lecturas, en un tiempo complejo que no hacía fácil la percepción global de la literatura europea y norteamericana que permitía entender cada salida editorial en su dimensión adecuada.
  Hablé al comienzo de la devoción por Ortega y Gasset del autor de La letra y el espíritu. Del filósofo proceden los principios vertebradores del trabajo crítico del profesor Vilanova, esa pasión por entender  antes de juzgar con meditaciones esenciales como la que sigue: “El crítico ha de ser, ante todo, un hombre de su tiempo, ha de tener como misión primordial interpretar y explicar las obras de su época, y hacernos comprender el arte del momento en que vive, que es también el nuestro, que a menudo valoramos a través de sus ojos, tal como ha sido juzgado por él”. Con el sólido soporte de Ortega,  alzó una tribuna crítica que divulgó un buen puñado de obras maestras de la literatura universal.
 
 


1 comentario:

  1. Los habituales lectores del blog conocen bien mi pasión por la reflexión crítica y ese afán por ir comentando libros que darán al lector buenas pautas lectoras. No faltan en la colección El Otro de la editorial Devenir títulos de interés, como el que hoy recupero en la relectura estival. La crítica no dogmatiza, solo sugiere itinerarios lectores.

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