Andar a solas Fotografía Archivo Pixabay.com |
DE ESPALDAS
La separación multiplicó vicisitudes de plomiza oscuridad. La vida en pareja reiteró repertorios de gritos disconformes, silencios, quejas, cansancio y limo. Juntos
consumieron una gastada hoguera que llenó de humo el discurrir. Sobre la piel de
cada uno se grabaron los confines del otro con la grafía honda y compleja del
dolor. De memoria, se aprendieron por dentro.
Un día inconcreto, el sistema tensional encontró la salida de urgencia del olvido. La historia común se hizo arqueología. Ahora los dos simplifican
el pasado. Es una periferia del
presente que aconseja soportes defensivos: solo aman de espaldas.
(De Cuentos diminutos)
Al dolor y al amor, al despecho y a la cercanía, de frente, siempre de frente y entregados, como quien aprende la vida desde los ojos de un niño. Abrazos amigo, buen día!!
ResponderEliminarAbrazos grandes, querido Luis Ramos, vuelvo al cuentecillo para sacar punta al desamor y escribir en la acera gris del solitario. Es verdad;pero con ánimo y fuerza, con la esperanza de que el amor regrese pronto, aunque sea de espaldas.
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