lunes, 22 de agosto de 2022

LA ESCRITURA Y SUS DEMONIOS

Playa de la Concha
Oropesa del Mar, Castellón
Fotografía
de
Oficina de Información Turística

 

LA ESCRITURA Y SUS DEMONIOS

 
MARIA PAZ G. SANTANA.

   La biografía profesional de José Luis Morante (El Bohodón, Ávila, 1956) integra casi cuatro décadas de dedicación a la docencia y una prolija cosecha literaria que multiplica géneros y publicaciones. Con el poeta abulense hablamos en su retiro de Oropesa del Mar, en Castellón, donde continúa con los hábitos de siempre: lecturas, reseñas críticas y creación personal, mientras completa sus compromisos literarios de otoño.
 
¿El escritor vive de espaldas a lo diario?
 
Lo cotidiano es el gran escaparate que surte la despensa creadora del escritor. Por tanto, congeniar con lo contingente es una tarea ineludible, que no admite excusas. Quien habita el taller literario no es un misterioso ectoplasma, es una presencia que está dentro de lo real y lo doméstico constituye su medio natural, su casa.
 
¿Qué impulsa a escribir?
 
Se me disculpará esta enumeración caótica. Vivencias, lecturas, emociones, imágenes, audiciones musicales, obsesiones, carencias y estados de ánimo. Un semillero tan fértil que a diario multiplica su onda expansiva.
 
¿Hay cárceles de tinta?
 
Claro, la literatura también tiene sus callejones sin salida. Hay que saber escapar de la prepotencia intelectual, a la que nos tienen tan acostumbrados los erasmus del dogmatismo y los multipredicadores domésticos; y hay que buscar salidas de urgencia al plagio y al autoplagio, que es una forma extrema y lastimosa de la reiteración. La crecida digital ha multiplicado otras trampas: la manipulación ideológica, la desinformación laberíntica y la codificación de un pensamiento único, uniforme, aséptico, de digestión apresurada.
 
¿Qué queda por aprender, tras una trayectoria tan poblada?
 
Casi todo, no se debe renunciar jamás al aula abierta del aprendizaje; la realidad está llena de recovecos inexplorados y guarda dentro un paisaje transcendido que integra otros itinerarios insólitos. Así que el nomadismo es condición natural de quien escribe.
 
¿Indicios de nuevos proyectos?
 
El tiempo de otoño añade una nutrida página de novedades; hay algunas ediciones a punto de salir, en noviembre sale un nuevo poemario en Puerto Rico y conspiro para que una antología vea pronto estación de llegada en una editorial madrileña. En fin, el sosiego de los termómetros otoñales será necesario para afrontar tantas tareas pendientes.
 
Gracias por buscar un hueco a mis preguntas en este lugar que solo invita a mirar las olas

El diálogo con el mar siempre es compatible con las palabras. El tiempo vacacional cambia las localizaciones, pero preserva los hábitos y yo, como afirmara G. K. Chesterton, “Nunca he tomado en serio mis libros, pero tomo muy en serio mis opiniones”. Muchas gracias por la buena salud de las preguntas.




 

7 comentarios:

  1. Muy agradecido a la periodista y profesora María Paz G. Santana por esta entrevista y mis disculpas por la demora; prefiero siempre responder por escrito; creo que son más meditadas las respuestas, lejos del paso improvisado de la conversación telefónica. Un placer volver la mirada al quehacer literario de tantos años.

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  2. Una muy Interesante entrevista tan cerca del mar que siempre nos inspira, además de refrescarnos. Me encantas tus respuestas. Abrazo desde Granada la bella.

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    1. Gracias por tu afecto literario y por compartir las incertidumbres diarias de la escritura; creo que somos afortunados al escribir; es una tarea que nos invita a recorrer caminos de belleza, zonas de luz. Feliz verano, querida poeta.

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  3. Respuestas
    1. Muchas gracias por tu apoyo lector y por cruzar juntos por las palabras de la escritura, al cabo no son sino puentes de complicidad y alegría. Gracias de nuevo.

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  4. Qué motivador, eso de "no se debe renunciar jamás al aula abierta del aprendizaje". Comparto esa ilusión, también considero que sin ese ánimo de ser nuevo en cada hoja blanca, la escritura pierde su encanto. O mejor dicho, el escritor pierde el encanto de descubrir nuevos mundos de palabras.
    Gracias.

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    1. Querida amiga, creo que la docencia es una vocación perenne que no concluye cuando la jubilación nos aleja del aula; por eso siempre encuentro en las tareas del blog una continuidad natural para seguir dialogando con las palabras y con gente entrañable como tú. Te agradezco muchísimo tu reflexión sobre la entrevista.

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