domingo, 2 de julio de 2023

ELOY SÁNCHEZ ROSILLO. EL SUEÑO CUMPLIDO

El sueño cumplido
Eloy Sánchez Rosillo
Tusquetts Editores
Colección Nuevos Textos Sagrados
Barcelona, 2023

 

 A CIELO ABIERTO

 

   Como complemento casi obligatorio de la práctica poética suele estar presente la necesaria justificación del proceso creativo. Nace así la poética, el espacio de análisis verbal como autogiro del discurso lírico sobre sí mismo. La semilla que genera la metapoesía fuerza una terca inmersión en contenidos y procedimientos. Eloy Sánchez Rosillo (Murcia, 1948) protagoniza en el tiempo un apasionante trayecto que abarca once libros de poesía y más de cuatro décadas de escritura. En tan largo intervalo forja un pensamiento poético personal, asentando distintas formas de concebir el verso. Impulsa una evolución sin rupturas, con la reflexión humanista y la emoción como líneas orbitales del poema: “El escribir poesía es para mí una manera de entender y de considerar la vida, de acercarme a ella y de confundirme con su sustancia: un ser y un estar. Y un destino hermoso como pocos, del que hay que hacerse digno asumiéndolo hasta sus últimas consecuencias” (P. 26). 
   Poco dado al didactismo teórico, Eloy Sánchez Rosillo entiende la meditación autoescritural no como un ejercicio de divagación especulativa sino como una forma de clarificar la experiencia de la poesía con la plenitud del cielo abierto. Así ha preparado el volumen El sueño cumplido donde abre una luminosa veta dialogal compartiendo poéticas, comentarios y entrevistas. La nota preliminar recobra los distintos matices expresivos del trabajo y las contingencias de preparación del libro a partir de una sugerencia amical del poeta gaditano José Mateos. Se trata de reunir no elucubraciones conceptuales sino razonamientos en torno a la práctica de la poesía.  
  Con este enfoque escribió “Garabatos de poética”, una publicación de mayo de 2005 editada con motivo de una conferencia en la Fundación Juan March de Madrid. El cuaderno formaba parte del ciclo Poesía y Poética, con preludio de Antonio Gallego y una selección de poemas. Este plano de alzada sobre la arquitectura lírica aclara que no se trata de un buceo erudito y solemne: “Yo no tengo teorías. Tengo poemas”. Y tal convicción impregna las poéticas que nos ponen en contacto con su conciencia del mundo y del tiempo, o las abundantes entrevistas realizadas con motivo de la publicación de obra nueva.
   En el tramo inicial de El sueño cumplido encontramos también análisis de poemas concretos como “Oda a la alegría”. La mirada del yo impregna la retina con detalles del taller literario y percepciones sobre el trayecto. En el transitar temporal los libros “ensayan una metamorfosis paulatina y profunda”, acorde con el empeño de quien hace del existir un proceso de crecimiento personal y plenitud. Otros poemas analizados que dejan sus vibraciones en los comentarios son “La inspiración, “El amor sucesivo” y “La llamada”. Son enunciados que aspiran a clarificar contingencias concretas e intenciones, propósitos transformados en cauces reflexivos y evocaciones. Con todo, el misterio esencial del poema queda oculto, pertenece a lo inefable, resguardando “su ser proteico e inabarcable”.
   En el apartado “Intermedio poético” conviven poemas que se acercan a la substancia de la poesía, sin ambiciones dialécticas. Los poemas nacen con la empatía digresiva de la contemplación que permite la mirada interior y el conocimiento del mundo como realidad reconocible en su austera verdad. Se suceden composiciones de distintas épocas que reivindican el luminoso balance meditativo y el despliegue de sugerencias que acredita la poesía cuando se ubica frente a sí misma. Los poemas elegidos comparten la preocupación metaliteraria como argumento central y la experiencia lírica como sueño temprano que alcanza en el tiempo un vuelo alto. Con un largo trecho del camino andado, Eloy Sánchez Rosillo puede decir con júbilo: “A estas alturas, nadie –ni yo mismo siquiera- / podría ya quebrar ni desdecir / aquel sueño que tuve cuando era adolescente / y en el que desde entonces ha estado sustentada / por entero mi vida, un sueño que, en el sueño / del existir, razón de ser me ha dado / y hoy es regazo y júbilo.”
  Cierra la entrega el apartado “Algunas entrevistas” donde el autor dialoga con interlocutores de prensa, suplementos culturales y revistas literarias, Las conversaciones transmiten la misma filosofía, una manera de pensar en la que el poeta deja pistas sobre sus núcleos argumentales, su inventario de magisterios y nombres propios de la tradición  y las relaciones directas entre la biografía personal y el sujeto poético, espejo del fluir sosegado de la conciencia y de las cambiantes contingencias del presente. Son conversaciones donde cuajan propósitos y aspiraciones, sendas de inquietud sobre un tiempo hecho memoria viva, donde los poemas nunca renunciaron a los ojos preclaros de los sueños.
   La sección comienza con una entrevista del poeta Ángel Manuel Gómez Espada plena de intimidad y cercanía, en la que ya se desgranan los signos básicos del itinerario de Eloy Sánchez Rosillo: su adscripción generacional a la generación novísima, el tono elegíaco, la emoción como pulsión ecuatorial del poema, la presencia en las antologías principales del fin de siglo, o la elección de un sitio propio sin algaradas ni rutilante vida literaria: se trata de ser tiempo y circunstancia, de vivir el sueño que naciera un día vocacional y fuerte como un empeño que justifica y se mantiene inalterable en el tiempo. Otras conversaciones están firmadas por Javier Rodríguez Marcos, Ana Eire, Eusebio Ruvalcaba, Antonio Fontana, Nuria Azancot, Martín López Vega, José Manuel Mora Fandós o Juan Cruz, entre otros. Todos estos diálogos conjeturales evidencian un ideario sólido, que ha suprimido de raíz, la experimentación gratuita, y que camina hacia un despojamiento austero, que elimina recursos para transmitir lo esencial del poema sin esmaltes.
   Un poeta sin sueños acaba contemplando a diario una realidad sedentaria; un poeta con sueños cumple propósitos, llega lejos y alcanza esa serenidad que consigue la concordancia entre existencia y taller literario. En  El sueño cumplido Eloy Sánchez Rosillo hace balance. Reflexiona sobre su peregrinaje por la poesía, sobre un trayecto abierto al misterio de la vida, hecho elegía y celebración. En él habita el temblor autobiográfico de un tiempo simultáneo donde se enlazan pretérito, presente y porvenir. La suma exacta de la verdad del joven que quiso ser poeta.
 
JOSÉ LUIS MORANTE



 

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