Gravedad Elizabeth Rosner Traducción de Laura Miñano Mañero BajAmar Editores Colección Mar de Babel, Edición Bilingüe Gijón, Asturias, 2024 |
CRÓNICA DEL ABISMO
El lector habitual de poesía coincidirá conmigo que, en los últimos años y hasta la fecha, el más completo acercamiento poético abierto a la conciencia de la barbarie nazi es In nomine Auschwitz, una propuesta literaria, alentada por el poeta, traductor y editor Carlos Morales del Coso (Tarancón, Cuenca, 1959), que ocupó los estantes de bibliotecas y librerías en 2022. Las vértebras de aquella compilación poética, que atraviesa con fuerza el sufrimiento y los estragos de millones de víctimas, alzan intacta la memoria del apocalipsis auspiciado por el III Reich, en la Alemania de Adolf Hitler, durante la II Guerra Mundial. Con enfoque mucho más subjetivo y concreto, pero con ejemplar conciencia moral, la novelista, ensayista y poeta estadounidense Elizabeth Rosner sondea su identidad y reconstruye la condición de hija de supervivientes del genocidio, máxima degradación del poder totalitario, en la compleja convivencia familiar.
Gravedad, publicado por primera vez en inglés, en 2014, se abre con una atinada aproximación de la traductora Laura Miñano Manero a las circunstancias biográficas de la escritora, nacida en Nueva York a principios de los años sesenta, y al intenso rastreo de un intervalo temporal que es memoria del abismo, oscuridad repleta de orfandad y terror. No hay olvido. Es imposible vislumbrar un paisaje de quietud que dormite bajo el sol de mediodía. El padre de Elizabeth Rosner estuvo confinado en el inmenso campo de concentración de Buchenwald, en el noroeste de Weimar, y la madre, de origen polaco, huyó del gueto y sobrevivió en el sótano de unos campesinos que la ocultaron durante mucho tiempo. Ya liberados, se encontrarían en Suecia y allí comenzarían una existencia común que hizo del pasado silencio por la necesidad de superar la condición de fugitivos y una indeclinable sensación de culpa.
La conciencia de ser es rehén de una herida abierta también en la segunda generación; los hijos sienten en carne propia el impacto de la ignominia, la cercanía de esos miles de rostros borrosos que se fueron diluyendo entre las tinieblas de los campos de concentración. El traumático ayer es un lastre que obliga a formularse de continuo la cortante reflexión del filósofo T. Adorno: “¿Se puede escribir poesía después de Auschwitz?”. La pregunta cuestionaba de forma total la exploración estética como sondeo en el lenguaje y la existencia del género poético, tras el exterminio. La duda y su exigencia histórica anunciaban, con esa concisa densidad semántica, que, desde la subjetividad racional, solo es posible la máxima “Que Auschwitz no se repita”. Era la conclusión explícita con la que el pensador reflejaba la esencia de la moral en el sujeto libre y su solidaridad con las víctimas. Pero Adorno no supo medir el profundo impacto de la cicatriz, la magra ración de dolor esparciendo migas sobre el mantel manchado de lo cotidiano. Adentrarse en la herida abierta da continuidad a la voz de los ausentes. Se rompe la idea del ser individual hecho estancia cerrada, incapaz de concebir al otro en su latir autónomo.
El propósito nuclear de Rosner se formula con convicción; la historia no termina allí, serpentea hasta hacerse visible en el presente: “Exponer / sacar a la luz, revelar / cada lugar roto, fisura, grieta”. Quien mira detrás descubre que los años de entonces se filtran y están ahí. Condicionan, siembran indicios, provocan itinerarios complejos y fragmentarios que el pensamiento de los descendientes recorre, anudado a la percepción del dolor existencial y, acaso, también a la búsqueda de equilibrio en la reconciliación.
El ejercicio introspectivo de Gravedad ubica juntas dos estrategias expresivas, poesía y prosa. El poema se despoja de hermetismos para exponer con fluidez las reflexiones de una voz narrativa que profundiza en la memoria heredada. La discontinuidad del recuerdo obliga a reconstruir. Enlaza la secreta arquitectura de la imaginación con la verdad emocional de quien escribe. Pero el yo poético , aunque convulsionado, es solo un testigo indirecto cuya palabra difiere de la oquedad profunda de los padres, de los que sufrieron en cada instante la presencia de la muerte, y el azar de un destino, hecho de incertidumbres, donde encontraron una grieta de luz, la fuerza de seguir, superando la adversidad más absoluta.
La publicación de Gravedad en los dos idiomas, inglés y castellano, permite convertir la lectura en íntimo acercamiento a la voz original y añadir los matices del español convertido en ejercicio de reanimación de los recuerdos y la posmemoria. La versión es de Laura Miñano Mañero, doctora en Lenguas, Literaturas y Culturas, en el departamento de Filología Inglesa y Alemana de la Universidad de Valencia. Allí centra sus investigaciones en la interacción entre campos idiomáticos sobre entornos complejos de la memoria histórica intergeneracional, en familiares directos y supervivientes.
El volumen incorpora grabados y dibujos de la artista hispanoamericana Lola Fraknoi, artista peruana que también tiene una relación directa con el Holocausto como hija de supervivientes rumanos, por lo que sus trazos visuales añaden un nuevo enfoque a la interpretación del legado afectivo.
Gravedad es una crónica profunda y emotiva, una perspectiva ética, que trasmite el vulnerado persistir de la memoria. Recuerda, como vivencia propia, el tenebroso legado nazi y hace de la palabra una terapia, una posibilidad de esperanza balsámica. Una forma de resistencia ante la extrema deshumanización empeñada en convertir cada identidad en un cadáver viviente. Poesía y prosa que buscan el sentido transcendente del lenguaje para abordar la palabra como evocación. Escritura que alza muros firmes frente a la muerte, capaces de borrar la sensación de desvalimiento y fragilidad. Los textos reunidos despliegan una biografía ficcional; son antídoto y fuerza para seguir preservando las vivencias de todos los ausentes, la descarnada envergadura de un pasado que sobrecoge y anula cualquier olvido.
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