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miércoles, 7 de agosto de 2024

CUOTA COMPLETA

El Quilmero en la Goyena
(Bibliotecas Populares. Riquelme)

 

 

CUOTA COMPLETA

 

   Con la cuota completa de palabras escritas, el quehacer lector quiso un día crear una biblioteca de libros innecesarios. En las cercanías de un bosque acondicionaron un extenso claro de arenisca y alzaron pilares, naves y cobertizos, cuya altura ofrecía amplias posibilidades de acomodo para las estanterías. Muchos años después, el cargamento de palabras inocuas quedó reunido. El autonombrado director abrió la puerta y dispuso exilio laboral frente a una ventana, donde no había mucho sol. En los días siguientes tocó el costado de las estanterías sin que los libros alineados preguntaran qué hacían, lejos de las pupilas, sin recibir entre murmullos la severidad de cualquier juicio. El silencio era una sensación única y distinta que concedía confianza a las ruinas de tinta de sus contenidos. Sobre la mugre del futuro, el ajuste perfecto en lo invisible era también una forma de loable memoria y permanencia.   

 (Del libro Fuera de guion, Lastura, 2024)


domingo, 4 de agosto de 2024

RUIDO DE FONDO

Pisadas
Fotografía
de
EL ESPAÑOL




 RUIDO DE FONDO

 

   Por alguna compleja lesión cerebral los pensamientos le hacían cosquillas. Ver tal desconcierto de contorsiones, muecas extrañas y risas era un espectáculo de asombro. El ruido de aquel calamitoso comportamiento convulsionaba también al nomadismo urbano. Era capaz de paralizar alguna arteria de la ciudad por la congregación de curiosos. Fue multado reiteradas veces por las incívicas alteraciones de orden público. Incapaz de resolver la patología optó por convertir el pensamiento en un andén sin nadie. Su existencia enfermó entonces de nadería expresiva y fueron muchos los que lamentaron el soplo baldío de aquel acantilado ante la nada. Una tarde satinada de lluvia mis ojos descubrieron su mirar cansado. Fui con él. No advirtió nada, como esas monedas que guardan un oscuro brillo entre la arena. Había anidado en la retina un alfiler frío, un punto ciego que llevaba su nombre.


(Del libro de microrrelatos Fuera de guion, Lastura, 2024)


sábado, 22 de junio de 2024

FUERA DE GUION

Fuera de guion
(Casi cien microrrelatos)
José Luis Morante
Editorial Lastura
Madrid, 2024

FUERA DE HORARIO

 

   Suele dormir hasta muy tarde. Mientras duerme tiene una respiración pudorosa y hermética. Vela sin descanso la llegada de esos sueños que parecen salidos de las nubes. Cree que los sueños ajenos quedan fuera de los que madrugan para salir a pie de calle y se incorporan a esa confrontación solar de itinerarios y pasos perdidos. Sometida a una terca vibración inmóvil, sigue bajo el amparo de las sábanas. Sin ataduras visibles. Fuera de horario.

José Luis Morante



sábado, 8 de junio de 2024

FUERA DE GUION (Microrrelatos de José Luis Morante)

Días en el Retiro
Fotografía
de
Adela Sánchez Santana

 

UMBRAL
 
  
   La minificción ha sido compañía habitual en la mesa de trabajo durante décadas, aunque lejos de cualquier urgencia editorial. Eran textos sin estación de llegada, microhistorias fuera de guion. Los itinerarios expresivos impulsan una convivencia pacífica entre la poesía, como desempeño prioritario, y otras estrategias como el ensayo crítico, el artículo de actualidad, la nota autobiográfica y el aforismo. Me gusta esa concisa fisionomía del relato breve porque concentra argumentos asentados en la agudeza: la anécdota solo precisa una modesta escenografía.
   El uso de la primera persona concede al texto carácter personal y una hondura de lo singular, desde la introspección. Sospecho que el análisis de tal perspectiva precisaría una disertación más larga, pero este enfoque textual no es sino un sondeo en la condición diversa del ser humano. Somos un conjunto de pequeñas viñetas ficcionales cuyos elementos establecen pactos de verosimilitud. Se oye la respiración que mantienen las cosas. Un mundo abigarrado que reaparece y se exilia en un lado y en otro.
   El nomadismo argumental describe afinidades sobre el viaje continuo de lo cotidiano. En sus retazos se aloja lo fortuito, el suceso trivial; la grieta de luces y sombras que permite acceder a los registros de la imaginación. También a la reflexión práctica sobre el lenguaje como depositario de conocimiento y experiencia.     El microrrelato es un detective que sale al día. Todavía no sabe, pero le gusta sospechar de todos. En literatura, el molde no es una enojosa disciplina sino un juego menor cuyas reglas se pueden manipular a voluntad. Esta falta de sumisión permite el diálogo, una conversación de punto medio entre el verso y la prosa en el cuarto de estar de cada página. Mientras respira, el cuento diminuto pone en práctica un pensamiento de Jack Kerouac: “Seamos libres en cualquier momento”.
  Casi todos los textos acogidos en Fuera de guión han ido apareciendo, con azarosa cronología, en el blog “Puentes de papel”, espacio digital que abrí el penúltimo día de 2010 y que todavía mantiene inalterable un apetito omnívoro de poemas, reseñas, cuentos y aforismos. Con hacendosa disciplina, buscaron acomodo en su aforo limitado algunos argumentos entre la realidad y el sueño. Todos fueron excusas para dejar estelas e incertidumbres, sin perturbar demasiado, permitiendo afilar el lápiz con las pequeñas preguntas de siempre.
   Lejos de todo agobio, mientras escribí estos hilos he vivido en una realidad donde todo era pequeño y cadencioso, como si escuchara un rumor breve, un mínimo resplandor entre el silencio.

JOSÉ LUIS MORANTE



 
 

miércoles, 3 de febrero de 2021

VARIOS AUTORES. TRANSFEMINISMO O BARBARIE

Transfeminismo o barbarie
VV. AA.
Nota de las editoras
Kaótica Libros
Madrid, 2020

 

IDENTIDADES

 

   El peso teórico del transfeminismo para una inmensa mayoría cívica, en la que integro mi escueta cobertura temática, encuentra en Kaótica Libros un proyecto de amanecida para ver mucho más claro. El catálogo de estreno, impulsado por Ana Orantes, Sofía Sánchez y Lidia López Miguel, se convierte en demarcación reflexiva, dispuesta a dar voz a planteamientos analíticos, científicos y progresistas, exentos de rigidez dogmática y ajustados al debate. No se trata de ampliar el feminismo clásico desde los márgenes sino de integrar, sin alternativas conformistas ni subversiones secundarias, el pensamiento transfeminista entroncado en la igualdad de género, la emancipación femenina y la libertad de identidad sexual que cuestiona el binarismo de género.
   En la nota prologal, asumida como declaración de intenciones y manifiesto operativo, se advierte de “la necesidad de dar una respuesta conjunta ante los frecuentes ataques tránsfobos que, desde hace algunos años y al amparo del anonimato de las redes sociales, se están dando en la actualidad”; del mismo modo, se denuncia la incomprensión de sectores excluyentes del feminismo tradicional, beligerantes con el movimiento transexual. Son las oportunas razones generadoras de Transfeminismo o barbarie, un trabajo colectivo que integra en su título el recuerdo a Rosa Luxemburgo y la cordialidad de quince aportaciones que aglutina una fundamentación múltiple, de indiscutible solidez conceptual.
   El copioso paréntesis de interrogaciones e incertidumbres del transfeminismo busca ventanas de luz en sondeos meditativos, donde se yuxtaponen enfoques argumentales marcados por la diversidad. La apertura de la profesora y socióloga Carmen Romero Bachiller, bajo el hermoso título virginiano “¿Quién teme al transfeminismo?” denuncia ese afán conspiratorio que selecciona y concede carnet de pureza feminista, y recuerda las palabras clave del debate, todavía de compleja asimilación para el público heterosexual y la familia nuclear normativa: trans, interseccionalidad, teoría queer, abolicionistas del género. Así mismo denuncia la tendencia excluyente de partidos de izquierda, cuestiona la biología sexual e invita a “habitar la casa de la diferencia”. Por su parte, Lucas Platero enfoca “Conocer nuestras genealogías” en el análisis diacrónico de la participación del movimiento trans en el feminismo histórico y plantea otra cuestión de gran importancia al abordar la naturaleza del sujeto político femenino. La breve aportación de Mafe Moscoso resalta por su prosa poética y por la introducción del término “Enchaquirado”, una identidad no binaria que se apropia del legado huancavilca en el Ecuador precolombino, con un rito sexual vertebrado entre lo sagrado y lo profano.
   El texto de Carolina Meloni González se conforma como una aportación central por su rigor orgánico y su claridad enunciativa. Denuncia con fuerza el discurso excluyente de esa pureza biológica donde no encajan los outsiders y el segregacionismo feminista en el que no tienen sitio “las otras”. Propone una genealogía crítica del sujeto femenino como algo derivado y no substancial que engloba lo social, lo biológico, lo material y lo discursivo.
   Artista radical y activista de primera línea, la boliviana María Galindo profundiza en la genealogía trans precolonial y en su pervivencia en los ciclos históricos, abre una discusión entre derechos y privilegios y analiza con fuerza los temblores de la falocracia y su pervivencia en las estructuras sociales latinoamericanas. El aporte de la periodista, investigadora y doctora en Antropología Nuria Alabao focaliza la teoría queer, como un espacio filosófico y militante, cuajado de diversidad, desde su nacimiento en USA durante la era conservadora de R. Reagan y las complejas sendas reivindicativas, casi nunca ajenas a una deleznable violencia estructural y a un doloroso trasfondo de aversión al asociar queer  a lo marginal, raro o abyecto.
   Sin duda, el gran acierto de Transfeminismo o barbarie es la creación de una línea de faros en la costa, es decir la fuerza complementaria de puntos de vista dispares en torno al mismo núcleo argumental. Así, Javier Sáez asume un enfoque militante al denunciar aversiones y frentes antiqueer, incluso en las cabezas intelectuales del feminismo; la cantautora Alicia Ramos despliega su biografía personal para constatar el erosivo camino de dificultades existenciales y Leo Mulió denuncia la oleada de transfobia y la persistente violencia estructural ; en un registro similar, Olga Ayuso completa un mapa de la memoria para reclamar un encaje social efectivo, y sobre la inclusión de derechos trans y las contradicciones argumentales del feminismo clásico también vislumbran clarificadoras respuestas Patricia Reguero, Silvia L. Gil y Aitzole Araneta, entre otros enfoques repletos de contenido conceptual.
   La lucha por la plena igualdad sexual y la consolidación en el sistema del movimiento trans, exige una revolución social exenta de categorías sexuales cerradas, sin planos jerárquicos ni exclusiones. Transfeminismo o barbarie es un mapa reflexivo que impulsa itinerarios donde caben la diferencia, el antagonismo, la alteridad. En él se reconocen subjetividades complejas que luchan por superar la indiferencia, la marginación y la segregación social. Que quieren construir una babel de géneros en la torre común de la igualdad, esa utopía emancipadora que reclama el esfuerzo de todos.
 
José Luis Morante 
 
 


jueves, 10 de diciembre de 2020

LUIS RAMOS DE LA TORRE. EL DILEMA DEL AIRE

El dilema del aire
Luis Ramos de la Torre
XXIII Premio de Poesía Ciudad de Salamanca
Reino de Cordelia
Salamanca, 2020
 

AL TEMPLE DEL SOL

  

   El deletreo de los días ha cimentado, con solidez, una tarea creadora plural y bifurcada entre el ensayo crítico, la música y la poesía. Luis Ramos de la Torre (Zamora, 1956) es cantautor, analista y estudioso del universo poético de Claudio Rodríguez, y poeta con casi dos décadas de recorrido, cuya última entrega, Lo lento (Lastura, 2019), integrada en la colección Alcalima que dirige Isabel Miguel, tuve el placer de prologar. Con la editora de Lastura, Lidia López Miguel, asistí a la presentación del poemario, constatando el enorme apoyo del paisanaje y la complicidad con su trayecto biográfico. Aforo lleno y libros agotados.
  La consecución del XXIII Premio de Poesía Ciudad de Salamanca a su libro El dilema del aire añade al recorrido una justa repercusión mediática y la posibilidad de fijar en su ideario círculos concéntricos de nuevos lectores, nuevas miradas sobre una sensibilidad cercana y abierta a la interpretación. Por tanto, si en el discurso lírico del zamorano el magisterio de Claudio Rodríguez ha sido cimentación profunda, tanto en la incisión teórica de signos y símbolos como en la selección divulgativa en ámbitos educativos, no extrañará que el umbral de El dilema del aire ratifique la certera y cálida voz del homenaje con los mínimos versos del comienzo. Aseveran ese deambular contradictorio que aventura la calma inquieta de la singladura existencial: “Cuánta renuncia que es renacimiento, / y es renuncia, y es ancla / del piadoso naufragio / de mi ilusión de libertad, mi vuelo…”.
  Desde el gesto sencillo de borrar la pereza de las sombras, se alza la claridad de la materia, el fruto germinal de la cosecha; el don nos llama para aventar sus límites, pero también para hacerse símbolo del manso laborar del pensamiento. Las palabras sondean su dimensión intacta, ese vuelo de flecha entre la forma y los significados como un viaje incansable hacia la transparencia. Comparten el canto silencioso de las cosas cercanas que conforma un paisaje de recepción y conocimiento.
   En esta persistente indagación hecha memoria y canto, el tejido afectivo es piel y abrigo. Salva de la soledad y sus cenizas y recupera el latido de lo vivencial que sigue en la memoria, como aquellos recuerdos del pretérito que iluminan con sus filamentos, junto a la insistente rememoración de las pérdidas: “Lo perdido o velado, ardiente de silencio, / los truébanos del alma, /     lo sencillo, / sugieren cautos que los recordemos hoy, / entregados, dispuestos, / eficientes siempre / al amor de la lumbre”. Son ascuas que propagan, con insistencia, su calor en el tiempo y constituyen los hilos y asideros de nuestra condición temporal.
  De cuando en cuando el andar en la sombra, recuerda los límites de cada identidad y su nomadismo por la vertiente oscura; ese patrimonio de incertidumbres y desajustes que mustia la esperanza o desvanece en los dedos del olvido la fuerza del deseo, desde ese aprendizaje del dolor nace la fuerza y se hace senda el largo oficio del vivir: “Y pese a todo, / verter la rabia, los abalorios ingratos / del aire. / después, en silencio / respirar profundo y limar lo oculto.
  Se asume que el nervio de lo próximo se contrae o distiende en un continuo ejercicio tensional que transforma el decurso temporal en un dilema. Sin interrupción, las impresiones aportan la serena quietud de lo cercano, pero también el fondo en sombras del vacío; desde ese contraluz aventan los poemas su mensaje: “Todas las pérdidas / requieren un alivio. / Todas las sombras / reclaman una luz. / Ama la claridad. / Busca en ti mismo / lo que sosiega y alza: / tu tres implícito”.  
   Con poemas muy breves, cuajados de intensidad expresiva y selecta dicción, Luis Ramos de la Torre hace fermentar en El dilema del aire la fuerza sosegada del canto, un concierto de afinidad entre hablante y entorno. Desde el poema llega expectante, el silencio y la voz de lo encendido para poblar retina y pensamiento con sus alas de luz, pero también para mostrar lo umbrío y la zozobra, las sensaciones que trazan laberintos. La aurora renacida de lo que está detrás y permanece en los pliegues del aire.
 
 José Luis Morante