martes, 29 de mayo de 2012

EL REINO DE LOS SOLOS


Llega el día, una amanecida igual a todas que merece un poema distinto.

Comienzo a trabajar entre vigilia y sueño, en horas donde tienen mis renglones posturas de garza.

Sensación de alivio. Soy torpe. Carezco del aura neurótica del perfeccionista.

Disimulo carencias con una voluntad incontestable y con la efusión de las lecturas.

Voces. Sentimientos reivindicativos de los que escriben mal y exaltan sus deméritos.

Calcio esquelético en un verso que guarda todavía el olor de la tinta.

Erudición practicable para elaborar un árbol genealógico de influencias.

Incongruencias. Dicen lo que no hacen. Saben que lo sé.

El cansancio corrige trayectorias. Sobre el cristal la imagen de la luna. Llega el sueño con la confiada seguridad de quien sabe que empezaré de nuevo al día siguiente.

En el sueño recuerdo un cuento de Juan José Arreola: " La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones"

5 comentarios:

  1. El tiempo entre la vigilia y el sueño es el mejor momento para la escritura. Las grandes obras beben de su sabia.

    Te deseo un buen día José Luis.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Sé de ese sentimiento que emana de tu entrada, de esa soledad, buscada la mayoría de las veces, que es la matriz de la creación, y que a veces no es comprendida por aquellos, que como satélites, giramos en vuestra órbita. Suerte que volvéis a nuestra compañía para participar vuestra obra.
    Un beso

    ResponderEliminar
  3. Esa soledad buscada requiere un poco de paciencia por parte de los amigos y un mucho de afecto para que las palabras no nos atrapen en una soledad de cadena perpetua. Te debo un café. Besos.

    ResponderEliminar
  4. En toda creación hay un gran culto del yo. Eso, necesariamente, lleva al creador a buscar la soledad. Una soledad no egoísta que busca, sobre todo, el silencio del espíritu. La serenidad precisa que requiere cualquier acto de creación. Tienes razón, José Luis. Esa soledad no es siempre bien entendida por el entorno, requiere de su comprensión, pero nunca será demasiada porque (que me perdone Lope de Vega),"quien no lo probó, no sabe."

    ResponderEliminar
  5. A veces mayo amenaza con nubes solitarias, pero es cuestión de días. Hay que saber esperar a que lluevan amigos,casas encendidas o recuerdos, tal vez.
    Y tú, persona imparable, recibirás pronto las lluvias, ya verás.
    Besos.
    Ah, me gustan tus versos-reflexiones anochecederos o mañaneros.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.