sábado, 28 de junio de 2014

A SOLAS.


A SOLAS

   Ahora creo saber que aquella historia comenzó a mis espaldas. Alguien se empeñó en asignarme un difuso papel de protagonista central. El bronce y el granito escribieron mis rasgos. Y aquí sigo, a la espera, condenado a dialogar con el silencio, como un Stanley del fracaso que no encontró nunca a Livingstone.

7 comentarios:

  1. Gracias, Tracy, ya sé que la soledad como tema literario es un lugar común, pero siempre hay que intentar el rastreo de nuevos matices. Mis mejores deseos para el fin de semana.

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  2. Sugerente y acertado José Luis. Me has dejado de piedra.
    Feliz fin de semana. Un abrazo.

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    1. Siempre eres muy benevolente con mis microrrelatos, y con mis trabajos literarios. te lo agradezco, jesús, es la mejor manera de seguir escribiendo con rigor y con el aliento firme de unos pocos lectores. Abrazos.


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  3. A solas surgimos y nos apagamos. Crecemos, amamos, nos dividimos en millones de secuencias. La soledad también nos unifica, somos bajo su amparo la luz extendida que se dibuja en esfuerzo callado, acaso en un telar lleno de insospechada vida. Abrazos de estío.

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    1. Casi me dan ganas de sustituir el microrrelato por tu reflexión. La verdad es que estamos solos, muy solos, María José, apenas fijas los ojos en el traje de la amistad que visten sujetos cercanos y de inmediato te das cuenta de que es sólo un disfraz. Caminanmos a oscuras, aunque fuera exista luz de verano. Besos y alguna vez hablaremos frente a una taza de té.

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    2. José Luis, aunque estamos solos y confundidos por el ruido y la furia y las máscaras y el disfraz de la palabrería ajena, hay siempre luz y ojos sin maquillaje para atravesar las apariencias. La amistad verdadera, como el verdadero amor y la auténtica literatura, casa mal con el exceso, con el oropel y los fuegos de artificio. Transcurre como un río subterráneo. Aparece cuando se la necesita. Y, como el hombre feliz del relato, no tiene camisa. Muchos se confunden, la desprecian, pronuncian en vano la palabra amigo. Solo hay que estar alerta. Y no decaer... del todo. No abrazar la piedra

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    3. Es verdad, qué pocos saben cuánto cabe en la palabra "amistad". Sigo al pie de la letra tus consejos. Besos de sábado con viento entre los árboles...

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