|
Cercanía Frank Kafka Archivo personal |
KAFKA Y YO
La literatura es siempre una expedición a la verdad
F. KAFKA
Leo a Kafka con frecuencia
alevosa. Para entender el mundo. Para conocerme a mí mismo. Para interiorizar que el
absurdo forma parte de lo cotidiano y hay que respirarlo con sosegada cadencia,
sin apremio ni pánico. La situación política, la idiocia nacionalista y su
retaguardia militante, los desajustes sociales, los atentados contra la dignidad y la
beligerancia de quienes manosean el sentir colectivo en los medios de
comunicación son asuntos que me llevan a Kafka. La biografía del escritor parece
disentir de su obra. Fue un modesto judío de Praga cuyo itinerario vivencial
estuvo regulado por la rutina de horarios funcionariales que carece de claves literarias. El ovillo de relaciones fue parco, como si permaneciera en el umbral del otro o detrás de una penumbra que asegurara su confinamiento. Fue el representante convicto de una interioridad aislada. Sin embargo, observa alrededor con profundo
interés. Lo que sucede afuera desconcierta; la azarosa relación de acontecimientos
diarios legitima el laberinto, un espacio sin salidas, convertido en casa común. El entorno y yo mismo somos nubes de polvo; por eso leo a Kafka.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.