martes, 29 de septiembre de 2020

FRANK KAFKA, CONMIGO

Cercanía
Frank Kafka
Archivo personal
 

KAFKA Y YO

La literatura es siempre una expedición a la verdad

F. KAFKA

    Leo a Kafka con frecuencia alevosa. Para entender el mundo. Para conocerme a mí mismo. Para interiorizar que el absurdo forma parte de lo cotidiano y hay que respirarlo con sosegada cadencia, sin apremio ni pánico. La situación política, la idiocia nacionalista y su retaguardia militante, los desajustes sociales, los atentados contra la dignidad y la beligerancia de quienes manosean el sentir colectivo en los medios de comunicación son asuntos que me llevan a Kafka. La biografía del escritor parece disentir de su obra. Fue un modesto judío de Praga cuyo itinerario vivencial estuvo regulado por la rutina de horarios funcionariales que carece de claves literarias. El ovillo de relaciones fue parco, como si permaneciera en el umbral del otro o detrás de una penumbra que asegurara su confinamiento. Fue el representante convicto de una interioridad aislada. Sin embargo, observa alrededor con profundo interés. Lo que sucede afuera desconcierta; la azarosa relación de acontecimientos diarios legitima el laberinto, un espacio sin salidas, convertido en casa común. El entorno y yo mismo somos nubes de polvo; por eso leo a Kafka.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.