PINTADAS PRETENCIOSAS
Los muros de la ciudad muchas veces se convierten en eficaces folios en blanco para los deleznables graffitis que ponen un rostro resacoso en los desconchones del pequeño comercio, y para la metafísica nocturna de la pintada urbana, un género de bolsillo en el que todavía es posible descubrir vocaciones de filósofos, existencialistas residuales y poetas en crisis. Adjunto una antología de pintadas pretenciosas que pueden producir efectos colaterales; resumen, por ejemplo, casi toda la poesía del silencio:
De la nada a la nada. Billete gratis.
La cultura me persigue, pero yo voy más deprisa.
Dios no está. Se prejubiló en la dana anterior.
Heroína (de comic) compra camello maleable, que entre por el ojo de una aguja.
Se busca lugar neutro. Sin vecinos.
Está lejos, en el umbral del más allá.
Confidencial: no fui yo.
Cuba Libre y Ron con Cocacola.
Manoli, tu palabra es una cacofonía. Firma: Jonathan
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