domingo, 19 de enero de 2014

ELOGIO DEL DESACATO



Asamblea en el barrio de Gamonal (Burgos)
 
ELOGIO DEL DESACATO

 Al vecindario burgalés de Gamonal

   Una de las manipulaciones más zafias que soportamos la infantería de talla media (los ciudadanos sin más atribuciones cívicas que la quebrada voluntad en el quehacer laboral y su inteligencia) es la que confunde el espacio de un ego singular, una institución, o un partido político con el bien público. Sucede a diario y en las esquinas de todas las calles: la casa real solapa con quejas las marañas contables y alude a conspiraciones antimonárquicas; el presidente autonómico segregacionista equipara a su comunidad autónoma con el huerto de lechugas del abuelo; el alcalde que practica la especulación inmobiliaria con disfraz de bulevar ecológico predica el bien de la ciudadanía; un concejal de pueblo resume la cultura con aquellos actos vecinales que él preside desde una mesa con estrado; el equipo directivo de un centro educativo cree que sus instalaciones son corredores que sólo se recorren con su permiso en papel timbrado, y el poeta que da voz de elegía a sus minúsculas tragedias pretende que son problemas de verdad y universales.
 Son variables de la manipulación. De igual modo, un poder transitorio, circunstancial y gaseoso parece revestido de omnipotencia divina y los límites de sujetos liliputienses se rellenan de estrategias con tallas gigantes. 
   Hay que sobrevivir a diario y en esta guerra de guerrillas conviene ser resolutivos y oír sólo la voz de la razón, aunque se escuche mal por las interferencias con uniforme antidisturbios: la única respuesta a tanta manipulación añeja, autoritaria y rechazable es el desacato, la tranquila desobediencia de quien dice “no”. Como la gente del barrio de Gamonal.

10 comentarios:

  1. Ajustada y oportuna reflexión para empezar la semana.

    Un abrazo.

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    1. Ya sabes, querido Antonio, que no creo en el poeta alejado de la calle y encerrado en la solemnidad de sus versos. Como Blas de Otero, como Ángel González, como Neruda, como Vallejo, sé que el poema es patrimonio de todos. Un abrazo fuerte de lunes.

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  2. Es verdad, una semántica llena de voluntad. Un abrazo grande, querido amigo, en tiempos de ruido y furia.
    Abrazos y poesía. Es mucho.

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  3. El desacato en muchos"no"... podría realmente cambiar el país.

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    1. Sobre todo si los pronuncia la gente común que cumple con sus compromisos cívicos y que busca aportar lo que tiene al bien de todos. Es ofensivo que aquellos que no tienen capacidad estén en el poder y vendan una realidad paralela, hecha a la medida de sus ambiciones. Así que, una vez más, coincidmos, querido amigo. Un abrazo.

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  4. ¡Bravo, José Luis! Me ha gustado la claridad y firmeza con la que tratas este importante tema.Gamonal es un ejemplo de oposición ciudadana contra el autoritarismo, la corrupción y la mala actuación política de los gobernantes.
    Mi enhorabuena por este elogio del desacato.
    Un amistoso saludo.

    Es la primera vez que visito tu blog, y me quedo. Gracias por hablar de este tema.

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    1. Gracias a ti, por tu comprensión y afecto. El tema era actual y me impulsaba a posicionarme por una razón muy clara: la autoridad manipula, confunde e interpreta sus intereses como bien público. Por eso dije "no", somos muchos y juntos las cosas pueden cambiar. es lamentable que desmantelen servicios públicos en beneficio de corruptos. Así que esa pancarta es también la nuestra. Bienvenida al blog.

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  5. Tan contundente como acertada reflexión, que acaba por poner en orden , extendidos sobre estos "puentes de papel", los pensamientos que muchos tenemos, pero que tu hábil pluma esboza y organiza con maestría.
    Siento retratada mi opinión en cada uno de los renglones.
    Mantén afilada esa pluma que la vamos a necesitar en defensa de nuestros derechos!
    Un abrazo

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    1. Lo haré, compañero, porque para escribir es necesario no fiarse de la propia verdad sino contrastar opiniones con la gente que nos rodea. Así que para mí es un verdadero placer compartir contigo esos cafés con titulares que tanto me enseñan cada día. Seguimos firmes. Seguimos en pie. Seguimos. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu comentario.

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