Amigo, creo que recurres al haiku -qué bien lo haces- para no desesperar a tus lectores, es rápido, efectivo y suele dar en el centro de la diana. los tuyos son tan efectivos que no fallas ni uno. Un fuerte abrazo.
Así es; el haiku y el aforismo son dos caminos literarios que permiten la mirada serena, que apenas cansan, y que dejan en la memoria una leve estampa argumental. Son géneros gratificantes. Cuánto me gusta sentir tu cercanía, querido Paco.
Esta mañana estás muy cerca, querido Antonio, porque leo una selección de poemas de José María Alvarez, nuestro poeta más cosmopolita. Y hace de Estambul una ciudad predilecta. Así que es muy fácil imaginarte junto a la mezquita azul, en Santa Sofía. Un itinerario que yo quiero realizar muy pronto. Ya te cuento, aunque sea desde un haiku. Abrazos.
Querida amiga, hoy el jardín me mira con el ceño fruncido porque tras la poda persisten los colores del otoño. Qué regalo cordial tu palabra y tu afecto...Gracias.
Querido poeta, sabes, como yo, que la interpretación de un poema no es una imposición del autor sino un ejercicio del lector. Me alegra que el haiku no sea un mero apunte descriptivo sino transparencia donde se reflejen otros significados. En breve leeré tu libro; desconocía la editorial y me encantará recorrer tu itinerario poético. Abrazos.
Un abrazo entrañable, Eva, y mi gratitud por tu presencia en estos puentes siempre abiertos al afecto y a la literatura. Dentro del blog el haiku es una estrofa habitual; me gustan sus medidas humildes y su voluntad de agrandar cada instante. Un beso fuerte y seguimos.
Cuidado, amigo José Luis; el invierno aún no ha concluido. Aquí, en Rioseco, la nieve puede llegar en marzo o en abril de nuevo. Pero hermosos versos los tuyos; hermosas flores.
Así es, Luis Ángel, hoy Rivas tiene cara de invierno y por eso el jardín preserva inquieto su floración temprana. Qué gustazo siempre percibir tu cercana palabra, tu voz, tu afecto. Feliz lunes.
El haiku es una estrofa moldeable en cuyas lindes caben la queja y la incertidumbre, el dolor y la necesidad de seguir. La poda tiene muchas lecturas; es la mejor manera de definir que lo esencial es mínimo y leve; que a todos nos sobran ramas. Besos grandes.
Amigo, creo que recurres al haiku -qué bien lo haces- para no desesperar a tus lectores, es rápido, efectivo y suele dar en el centro de la diana. los tuyos son tan efectivos que no fallas ni uno. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAsí es; el haiku y el aforismo son dos caminos literarios que permiten la mirada serena, que apenas cansan, y que dejan en la memoria una leve estampa argumental. Son géneros gratificantes. Cuánto me gusta sentir tu cercanía, querido Paco.
EliminarPoda: camino
ResponderEliminara la esencialidad.
Flor del mañana.
Cómo invitan tus haikus
a responder en diecisiete sílabas.
Incluso estas palabras se sostienen
en el ritmo que marcan tus palabras.
Un fuerte abrazo.
Esta mañana estás muy cerca, querido Antonio, porque leo una selección de poemas de José María Alvarez, nuestro poeta más cosmopolita. Y hace de Estambul una ciudad predilecta. Así que es muy fácil imaginarte junto a la mezquita azul, en Santa Sofía. Un itinerario que yo quiero realizar muy pronto. Ya te cuento, aunque sea desde un haiku. Abrazos.
EliminarTu entrada huele a primavera...
ResponderEliminarQuerida amiga, hoy el jardín me mira con el ceño fruncido porque tras la poda persisten los colores del otoño. Qué regalo cordial tu palabra y tu afecto...Gracias.
EliminarLa poda es el instrumento necesario para un resurgir más vigoroso. Mi lectura me ha llevado a entender este haiku de una forma muy amplia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido poeta, sabes, como yo, que la interpretación de un poema no es una imposición del autor sino un ejercicio del lector. Me alegra que el haiku no sea un mero apunte descriptivo sino transparencia donde se reflejen otros significados.
EliminarEn breve leeré tu libro; desconocía la editorial y me encantará recorrer tu itinerario poético. Abrazos.
Sombrío al tacto húmedo, escarchado sobre hojas de almendro mis labios.
ResponderEliminarHola José Luis, gracias por el paseo en blog. Un abrazo
Un abrazo entrañable, Eva, y mi gratitud por tu presencia en estos puentes siempre abiertos al afecto y a la literatura.
EliminarDentro del blog el haiku es una estrofa habitual; me gustan sus medidas humildes y su voluntad de agrandar cada instante. Un beso fuerte y seguimos.
Cuidado, amigo José Luis; el invierno aún no ha concluido. Aquí, en Rioseco, la nieve puede llegar en marzo o en abril de nuevo.
ResponderEliminarPero hermosos versos los tuyos; hermosas flores.
Un abrazo, poeta.
Así es, Luis Ángel, hoy Rivas tiene cara de invierno y por eso el jardín preserva inquieto su floración temprana. Qué gustazo siempre percibir tu cercana palabra, tu voz, tu afecto. Feliz lunes.
Eliminar¡Qué gusto les da a mis ojos encontrarse con tus Haikus José Luis!
ResponderEliminarBelleza...sólo belleza...
Un fuerte abrazo,
Sandra.
Yo siento lo mismo cada vez que me asomo a tu vitalismo poético: una escritura limpia y llena de intensidad emotiva. Abrazos.
EliminarSiempre tan acertada las palabras en tus haikus. Me ha gustado mucho. Un abrazo
ResponderEliminarEl haiku es una estrofa moldeable en cuyas lindes caben la queja y la incertidumbre, el dolor y la necesidad de seguir. La poda tiene muchas lecturas; es la mejor manera de definir que lo esencial es mínimo y leve; que a todos nos sobran ramas. Besos grandes.
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