Paseo Fotografía de JOSÉ MANUEL VILABOA BERNÁRDEZ |
SERES CIVILIZADOS
Cabría preguntarse
qué misterioso azar los soñó juntos.
Ella aportó sus crisis estivales,
su cartilla solvente a plazo fijo,
y un piso de ocasión comprado de soltera
en un céntrico barrio madrileño,
esquina El Corte Inglés.
Él su cardiopatía,
su absentismo de viernes por la tarde
y, desde la prehistoria en cada liga,
un palco de tribuna, fondo norte.
Para la guerra sucia de la vida en común
se infligieron un duro entrenamiento.
Adquirieron a medias cerámica de Sévres,
alpaca portuguesa, lencería en París;
perfeccionaron lenguas en viajes por Europa,
vieron cine y teatro,
coleccionaron fiestas y macroexposiciones,
y cada navidad dejaron reyes
a los necesitados y a los niños
del asilo cercano.
En sus bodas de plata
un quebrado silencio les dijo cómo eran:
dos solícitos muertos solitarios.
Mas eran comedidos, pragmáticos, perfectos,
y todo su universo estaba en orden.
De mutuo acuerdo, decidieron entonces
amarse solo en el pasado.
(De Población activa, Gijón, 1994)
El tiempo nos va desgastando y desgasta hasta el amor. Tal vez sea necesario experimentar y vivir nuevas formas de ese amor recordado. Estupendo poema José Luis. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que fue un poema de Ángel González el que me hizo mirar en el espejo de la convivencia, querido Jesús, y descubrir que a veces la vida en pareja es una forma de estar solos. Un gran abrazo.
EliminarPero qué preciosidad de poema José Luis... y encima, te diré que ha querido el azar que lo haya leído ahora cuando estaba escuchando "What a Difference a day made" en el maravilloso disco "Bewitched" de Eddie Higgins Trio (adoro el Jazz, sí) y si tienes ocasión de comprobarlo verás lo bien que le va la música de ese tema a tu poema...
ResponderEliminarAprovecho para desearte muy feliz finde José Luis
Sandra.
Ah por cierto, que se me olvidó: la foto, otra maravilla de José manuel Vilaboa que complementa perfectamente al poema.
EliminarGracias por tu continuo andar en compañía, querida Sandra; es una reflexión un poco pesimista sobre la vida de pareja, una especulación que implica la rendición incondicional ante el paso del tiempo. Hay que luchar, querida poeta: la vida siempre empieza mañana, como una canción de jazz que se renueva en cada interpretación. Un fuerte abrazo.
EliminarUn poema precioso, lleno de ternura y sencillez. Me encanta. Y la foto, como un espejismo de esa historia. Besos,
ResponderEliminarFeliz sábado, Susana, no sé si el futuro espera con esa historia entre sus manos, de momento vamos a convertir el presente en vida emotiva, compartida y discreta, como un buen haiku. En cuanto a la imagen, un secreto a voces: soy un enamorado de las fotos de José Manuel Vilaboa, un profe como yo que tiene poesía en la mirada. Un gran abrazo.
EliminarEs patética esa soledad acordada, por el miedo a la soledad, que puede ser más plena. Abundan ese tipo de parejas. Es exquisito como lo plasmaste.
ResponderEliminarUn abrazo de anís estrella.
Hola Sara, gracias por esas palabras de ánimo que siempre animan a concebir la escritura como una búsqueda. Es verdad ; la convivencia convierte al deseo en un mero empuje de inercia. pero hay que seguir para hacer del amor una costumbre. Gracias y seguimos cerquita.
EliminarAmigo; siempre atento a tus escritos pues en ellos encuentro esa lectura amable de las verdades evidentes pero que no piensas en ellas. Saludos.
ResponderEliminarEspero, querido Paco, que ese libro de relatos avance a buen ritmo y que pronto viaje a la imprenta. Gracias por tu confianza en mi trabajo literario, ya sabes que la literatura siempre encuentra en el lector una mirada de luz. Un fuerte abrazo.
EliminarQué triste soledad acompañada. La convivencia en la penumbra del día a día sin sal y escasa agua donde mojar los sentimientos. Mejor la soledad con un buen libro, la compañía del viento y de los astros. Qué bien plasmas un conformismo cómodo y exento de emociones. Un abrazo, José Luis.
ResponderEliminarLa verdad poética es también una manera de decir a lo cotidiano que no se duerma, que estamos en pie para hacer del amor una costumbre. Un gran abrazo, querida amiga.
EliminarUna auténtica maravilla.
ResponderEliminarHola Tracy; la fotografía es sugerente; hace de la costumbre un reflejo en el agua. También la convivencia al paso de los años diluye identidades. Siempre es maravilloso percibir tu cercanía.
EliminarLo cotidiano se nos come a veces. Y hemos de mirar al pasado para hacerlo presente y traer al hoy, refrescados, sentimientos y emociones que nunca han de dejar de ser hoy y sobre todo, mañana. Si no somos capaces de hacer esto, nos enfrentaremos a una dolorida soledad en compañía.
ResponderEliminarLo cotidiano es el espacio de la reflexión y de los sentimientos, un gran jardín que requiere labores artesanas y un poco de paciencia. Gracias por tus palabras y bienvenido siempre a esta casa.
EliminarMe recuerda aquel verso de tu amigo Margarit: Somos el blanco y negro de una vieja película...
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Así es Amando, la vida es un claroscuro que a lo largo del tiempo nos va mostrando sus curvas y sus líneas de nivel. Un fuerte abrazo y siempre una alegría tu presencia en el blog. Feliz jornada.
EliminarLa vida está llena de cotidianidad. Al fin y al cabo la rutina nos lleva a veces a ese claro oscuro que nombras y que tanto y tanto echamos de menos cuando se presenta cualquier imprevisto. Me ha gustado mucho José Luis. Un abrazo
ResponderEliminarLa imagen complementa bien esa mirada al futuro que hace de los afectos inercia y humo. Hay que luchar porque la vida en común siga viva. Y en ello estamos. Un fuerte abrazo.
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