miércoles, 16 de marzo de 2016

FRANCISCO ÁLVAREZ VELASCO. DÍAS CUMPLIDOS

Gregor Samsa frente a la ventana
Francisco Álvarez Velasco
XXXI Premio Jaén de Poesía
Hiperión, Madrid, 2015

DÍAS CUMPLIDOS

  Hay títulos de libros que son en sí mismos una invitación a la lectura. El de Francisco Álvarez Velasco (Cimanes del Tejar, León, 1940), Gregor Samsa frente a la ventana, cumple esta premisa; sugiere una inmediata posibilidad de diálogo para compartir las divagaciones del personaje de Kafka. Otro acierto añadido es la cita de César Vallejo, una raíz proclive a la hendidura rotunda: “La cólera del pobre / tiene un aceite contra dos vinagres”.
   Así da el primer paso un trabajo reconocido con el XXXI Premio Jaén de poesía, que se integra en un corpus formado por casi una docena de títulos ya que su autor, Francisco Álvarez Velasco empieza a publicar en la década novísima y ha ido sumando entregas durante más de tres décadas, alejado de cualquier agrupamiento gregario.
  La lírica de Gregor Samsa frente a la ventana alza inventario de lo vivencial. Alude con voz reiterativa a la orfandad de quien respira  el aire cotidiano en el sosiego manso de lo transitorio, entre el temblor de una emoción apenas visible en la claridad crepuscular del día vencido. En ese rumor mudable que no cesa se van acumulando sensaciones. A cada paso irrumpen, desde algún recodo de la memoria. La evocación se convierte en surco generoso que preserva el aliento del pasado. A veces ese rumor adquiere el contorno humilde un objeto hallado en el azar diario. de su percepción nace el poema, palabras que alzan el vuelo como hilos de brisa de un acontecer escorado hacia otros días.
  La percepción del pretérito presenta rostros que zarandean los sentidos. Los hay que crean una cadencia y música, como si el trayecto biográfico interpretara una pieza bailable, un ritmo intimista, un verbo hecho tango que al sonar recuerda el eco afín de Jaime Gil de Biedma. En otros se va gestando un calendario de revelaciones, como sucede en ese tramo  de días de infancia que fijan en el lecho vivencial los contradictorios vislumbres de la existencia, ese vaivén pendular que abre distancia entre la belleza y la finitud en donde adquieren sentido la elegía y la sombría certidumbre de la ceniza.
  El estar del yo difunde una situación paradójica, tiene cercanía con las líneas del paisaje que conforman el entorno y propaga un silencio didáctico. En su callado hueco se hace un hábito la búsqueda hacendosa de respuestas. Leemos en el poema “Adobes”: “Fueron paja trillada / y agua fresca y arcilla / sol de agosto. / Hoy son muro y te ofrecen / contra la luz de julio / dónde apoyar la espalda / y el amor de la sombra“.
 La poesía de Francisco Álvarez Velasco se sitúa frente a la ventana para dibujar en la retina un trayecto de fresca arcilla y sol de agosto. Un mapa de días lejanos cuyas imágenes van acumulando bordes amarillentos en los que la sensibilidad de lo rural todavía copaba el espacio y daba al colectivo un semblante de soledad y ensimismamiento. El tiempo discurría contradictorio y frágil, pronunciando a cada paso  que “el mundo está bien hecho” y corresponde al yo tapar las grietas de la incertidumbre, limpiar aceras con el agua clara de los sueños cumplidos.


     

2 comentarios:

  1. Tres haikus de Aitor Suárez en relación con Kafka y su metamorfosis:

    Gregorio Samsa
    esta vez se convierte
    en mariposa.

    .....

    Al fin feliz,
    de flor en flor ahora
    vuela Gregorio.

    .....

    No fue kafkiana,
    celebra Samsa, esta
    metamorfosis.

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  2. Un buen ejercicio metaliterario. Es un libro que me gusta mucho, como me encanta el poemario de Francisco Álvarez velasco que comento en esta entrada. Un abrazo cordial.

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