Detrás del yo |
CRÍTICO DOCTUS
(En el espejo)
Casi final del año literario y se
desperezan los balances. Es la hora justa para que imparta su habitual lección
el crítico doctus. Su tarea es
universal y conocida: elaborar una intimidante selección de libros que asuma el legado de su inteligencia. No concede
ni un gramo de su sabiduría al gusto popular, a ese lector voluntarioso de
exigencias humildes.
Solo quiere complacer a la pedantería de su yo, convertir
la lectura en un lecho de hielo inhabitable.
Toca mirarse en el espejo con un poco de ironía para refrendar una de las aspiraciones diarias del blog "Puentes de papel" fomentar la cultura, sin elitismos ni nóminas excluyentes, al alcance de todos los que sienten la pertinencia de un libro entre las manos. Sigo ahí, dejando poco sitio al crítico "doctus"
ResponderEliminar¡Bravo!
ResponderEliminarQué casualidad verte ahora mismo aquí, Gabriela, acabo de visitar tu muro y he estado leyendo con tranquilo sosiego los poemas incluidos en Letralia. Así que una alegría saber que tu poesía es un árbol fuerte y pujante, lleno de frutos nuevos.
EliminarFeliz jornada.
Estamos literalmente conectados.
EliminarMe pone muy contenta tu lectura y tus palabras. Gracias por tus árboles.
Abrazos,
La actualidad es tirana. No la obedezcamos. Yo simplemente recuerdo el año que descubrí a Proust (1990), el año que descubrí a Pessoa (1998), el año que descubrí a Szymborska (2011)... Es mi "biografía" lectora, que obviamente a nadie importa salvo a mí. "Libros del año", no por favor.
ResponderEliminarTienes toda la razón, la lectura es un DNI personal e intrasferible y hay que seguir mimando, día a día, su existencia. Un fuerte abrazo.
EliminarUna de las cosas que siempre me ha atraído y emocionado es la sinceridad acompañada de generosidad. Gracias amigo José Luis Morato por ser así. Hay tantos que huyen los espejos. Que los tiempos por venir te cuiden. Salud y risas!
ResponderEliminarQuerido Luis, la literatura suele crear espejismos en la identidad, y es bueno mirarse en el espejo con los ojos de la coherencia, aunque sean miopes y dejen a veces la impresión de contornos imprecisos. Me gusta la crítica porque me ha enseñado a leer con el tempo necesario los libros que pasan por mis manos, pero la mirada crítica es una propuesta, nunca un dogma. Un gran abrazo.
EliminarSigue... sigue ahí.
ResponderEliminarSigo ahí, querida amiga, con la amistad entrañable de gente como tú, con los ojos cerrados a la pedantería. Besos.
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