Un vacío diáfano |
VACÍOS, DESAPARICIONES Y OCASOS
Desde hace varias semanas, no
estoy. Ignoro si mi ausencia es un ocaso momentáneo, o una voluntariosa huida
hacia los pedregales de ninguna parte. Así que ando aplicado, con los varios
sentidos que tengo todavía, en la tarea de encontrarme. No sé vivir a solas,
sin esa voluntad que me despierta en medio de la noche recordando a media voz
el inventario de asuntos pendientes.
Durante algunos años pensé que
daba cuerpo a un sujeto centrípeto e indivisible, destinado a vivir en el monolito
de una identidad única. No imaginé esa atracción interna por la vida nómada, ni el deseo de hacer de lo habitable un vacío diáfano.
Me doy prisa en la búsqueda,
antes de que empiece a olvidar el campo ralo de mi ausencia.
(Del libro en preparación Cuentos diminutos)
Es un consuelo saber que a ti también te despiertan a media noche los asuntos pendientes. Ya me queda menos para ser escritora, jejejeje
ResponderEliminarSoy un terco practicante de la vigilia, Tracy, un hábito antiguo que me disgusta, pero que prosigue sin mucho aviso... Es del todo prescindible el insomnio para ser escritor. Un buen descanso vale un soneto... Eso si, cortito...
EliminarTras una larga ausencia José Luis, vuelvo asomarme a tus puentes de papel y desde aquí se sigue divisando tu afán por mantener el blog, tu constante trabajo. Enhorabuena por la preparación de ese libro de Cuentos diminutos. Lo tuyo es un no parar. Me ha gustado leer tu cuento, me ha resultado muy interesante.
ResponderEliminarAprovecho para dejarte mis mejores deseos en estas fechas. Feliz Navidad! Un abrazo
Muy agradecido por tus palabras y yo también te deseo un nuevo año repleto de felicidad y poesía.
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