Antes de seguir Fotografía de Esperanza Hernández (Madrid, 2014) |
CARTOGRAFÍA DE LA MADUREZ
Envejecí de golpe y
cayeron las piedras
OSWALDO FLORES
Sobre la piel
espejismos, suturas.
Envejecí.
La poeta y editora Rosario Troncoso, en el prólogo que sirve de apertura a mi antología "Pulsaciones (Takara, 2017) comenta que uno de los hilos centrales de mi escritura es el discurrir, el árido avance de lo temporal. Su reflexión acierta de pleno: estar condiciona cualquier cartografía de la escritura: somos tiempo.
ResponderEliminarApenas un soplo.
ResponderEliminarEnhorabuena por PULSACIONES, poeta.
Éxitos
Enhorabuena a ti, querida amiga, por esos poemas vertidos al griego; es una lengua que está en el tronco de nuestra cultura y que los planes de estudios del analfabetismo administrativo han arrinconado tanto que apenas es visible... Un abrazo de compañía y ánimo fuerte para dejarnos tus poemas sobre la mesa de lo necesario. Que tengas un buen día.
EliminarGracias poeta. Una alegría que el Istituto Cervantes me ha dado de manos de María José Martínez.
EliminarEn la mesa de lo necesario tu amistad.
Abrazo de vuelta
A mí también me parece una alegría esa conexión poeta. ya sabes que la poesía suele tener caminos semiclandestinos; por eso es hermoso verla recorrer distancias, poner sitio en el Mar de Ulises. Un fuerte abrazo.
Eliminar¡Qué sencillez tan maravillosa!
ResponderEliminarGracias, María, sabes bien como poeta que las palabras detestan la estridencia, que es mejor decir en el tono afectivo de la conversación. Un gran abrazo y suerte en tu recorrido literario.
EliminarNo podría estar más de acuerdo, con el haiku y con la opinión de Rosario y tu posterior aserto: somos tiempo. Y no queda otra que asumirlo y "aprovechar el día". Un abrazo, maestro.
ResponderEliminarTu poesía está impregnada de temporalidad, querido Antonio, sabes mejor que yo que hacemos senda a través de un discurrir aleatorio que va sumando en cada paso ilusiones y sueños, incertidumbre e inquietud. Un fuerte abrazo.
EliminarEn nuestra nave caen por la borda los días, no la memoria. Celebremos los años y la madurez. Un cálido abrazo, José Luis.
ResponderEliminarIgualmente, María José, un abrazo en este nuevo tiempo donde la experiencia invita cada día a unir presente y memoria. Gracias por estar.
Eliminar¡¡¡Qué maravilla!!!
ResponderEliminarno me canso de leerlo.
Hola Tracy, en el historial del blog, tus pasos son la carta más firme del ánimo abierto para cada texto, así que soy feliz si el breve haiku te deja unas gotas de alegría... Un fuerte abrazo.
EliminarLlevamos el tiempo a nuestra espalda, pero tú, querido José Luis, lo haces bellísimo. Un abrazo.
ResponderEliminarAceptar el tiempo es hacer caso a aquella maravillosa idea de Kavafis: no hay meta, solo camino; así que en ese andar la pérdida y la erosión son elementos habituales, como son costumbre también los sentimientos claros, los aciertos cercanos de gente como tú. Un abrazo.
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