Jorge Luis Borges |
EL BIÓGRAFO DE BORGES
Labró durante diez años una minuciosa biografía de Jorge Luis Borges. Mientras alentó el proceso, se encerró en la buhardilla, ahuyentó compromisos y afectos. Día a día, consultó ensayos, cuentos, ediciones conmemorativas, reseñas y
panegíricos circunstanciales que glosaban el periplo exitoso. Tras la
enésima corrección de pruebas, se editó la obra y descansó.
Nunca más refugió su tiempo bajo el techo de tinta de aquel
libro. Ignoró siempre que contenía una errata paradójica. Trastocó fechas; anticipó
la muerte en Ginebra ochenta y siete años antes del nacimiento en Buenos Aires.
Un lapsus que no hubiese disgustado al mismo Borges.
(De Cuentos diminutos)
Completamente borgiano este cuento diminuto y por supuesto no le hubiese disgustado al mismo Borges.
ResponderEliminarLo que no sé si el publicarlo dos veces,por estos lares de Internet, con alguna pequeña variación, pertenece a esa personalidad obsesiva del propio Borges, o a un pequeño lapsus tuyo.
Es curioso pero en esta segunda lectura que hago, leo mi comentario anterior y creo que la percepción de tu cuento es distinta. ¡Cosas del maestro!
Besos
Qué buena lectora, querida amiga; cada vez que vuelvo a los textos escritos aflora la mirada crítica, esa pupila insatisfecha que registra cada rincón para dar más luz a su espacio. No es un error mío volver al cuentecillo, Ele, es dar una versión nueva y creo que mejor de su anterior forma. Y me alegra que no te disguste del todo. El cuentecillo tiene un detonante real que ya te comentaré cuando nos veamos. Un fuerte abrazo y muy agradecido.
EliminarSí, también he imaginado que habías pulido más el cuento anterior por las correcciones que has hecho, pero en cualquier caso te ha quedado, insisto, muy borgiano y perfecto, aunque sé que para ti, el llegar a la perfección es casi imposible. Me gustan tus escrito precisamente por ello.
ResponderEliminarBesos
Es verdad, Ele, la escritura requiere un desvelo agobiante que hace cierto un lema que conoces muy bien: "los textos no se terminan, se abandonan". pero hay que seguir también con la torpeza, ese rasgo de identidad que marca distancias entre el pensamiento y la realidad. No sabes cuánto agradezco tu cercanía. Feliz jornada.
Eliminar¡e s t u p e n d o!
ResponderEliminarMe ha encantado.
Abrazo paraíso y borgiano, poeta!
Abrazos, poeta, y que disfrutes de un largo sosiego entre versos y luz. Son días duros, lo sé, por eso tu presencia aquí es también un signo de vida continua y de esperanza. Feliz jornada.
EliminarGracias, poeta. Feliz viaje!
ResponderEliminarGracias a ti, no es fácil acostumbrarse al silencio cuando las palabras están llenas de complicidad y de ánimo literario. Mucha suerte y seguimos.
Eliminar