Equilibrios visuales (Playa de Morro de Gos) Fotografía de Adela Sánchez Santana |
MARINAS CON LUZ DE AGOSTO
Tú en la playa
-recogiendo -
y el mar desesperado
KARMELO C. IRIBARREN
El mar no habla, pero entiende.
Si para el músculo cultural el
ensayo es una maratón, cuya lejana meta se ralentiza en la distancia, los
aforismos promueven la celeridad de los cien metros lisos, esa instantánea que
se resuelve en un fugaz movimiento, apenas captado por la rutina.
La playa es un vistoso escenario
de teatro que casi al azar se puebla de secundarios. Tras el atardecer los
actores desaparecen. En silencio el vaivén de las olas observa tanta presencia
anónima, tanta espuma.
Desde el eclipse la luna tiene un
aspecto tan extraño que no dejo de mirarla de reojo. Como si hubiese impuesto
sus mutaciones a los sentidos. Entre ella y yo se ha establecido un puente de
silencio.
(Apuntes incompletos, 2018)
En ese juego verbal entre rutina y retina opté por rutina para hablar de esa mirada gregaria, que apenas descubre matices.
ResponderEliminar