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| cosecha fotografía de |
AFORISMOS
Cuando conciliaba el sueño, permanecía insomne su
inteligencia práctica.
El fulgor del adjetivo ciega el poema.
Activos habitantes de la ciénaga, los ajetreos del
odio nunca cierran jornada laboral.
Refrenda la última resistencia de un castillo de
arena frente al mar: persevera en la nada.
El verano y esos desnudos que eligen mis ojos para
decirse.
En el aforismo grava suelta que presiona los pies
de quien camina.
Todos admiraban la solidez y el peso de sus opiniones.
Él asentía, mientras ocultaba su petrificado cerebro.
Hay inteligencias livianas, casi invisibles. Buscan su
imagen en el espejo de la prepotencia para no desaparecer entre la neblina.
Sus
racionamientos cumplen milenios. Usan el lenguaje de las piedras, un abecedario
tectónico.
Quien quema el bosque sugiere ahora plantar arbustos
sobre el tizne.
Soy el mismo, aunque la edad borra senderos al deseo. Seca las sábanas.
(Aforismos)
Totalmente de acuerdo amigo, por supuesto que el exceso del adjetivo ahoga el poema. Buen día, poeta
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querido Luis Ramos, y ahí seguimos con esa casa abierta de la amistad y la escritura que dejan en los lunes una cálida piel festiva. Feliz jornada.
EliminarEl fulgor del adjetivo ahoga el poema. Tienes gran razón. Abrazos.
ResponderEliminarGracias por acercarte a estos puentes de papel y por hacer de la palabra voz y afecto.
EliminarPíldoras de sabiduría e inteligencia, como siempre, tus aforismos José Luis.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, fuerte!
Un abrazo fuerte,fuerte, y alegría de que estos aforismos vuelen hasta tus manos que son siempre refugio y esperanza, Sandra Sánchez.
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