Disoluciones Fotografía de Alan Schadel mymodernnmet.com |
CONTRASEÑAS
Como una colisión de autopista, fracturó su memoria un conflicto de claves y contraseñas. El severo desplazamiento de
números y letras afectó a las cuentas de google, hotmail y gmail; además, incapacitó el inicio de
sesión de internet y desgajó la condición de usuario de blogger. Quebrados los umbrales digitales, el quehacer diario cayó al vacío. Sin esquemas binarios, era nada y nadie. Con la gabardina mojada del autista, salió al día.
Comenzaba a llover. Un olor fuerte inundó los sentidos. El paseo a solas, bajo el chaparrón, fue largo y gozoso.
De golpe recordó; unos meses atrás había anotado el marasmo de claves en la última página de la libreta. Y ahora renació en los bolsillos de su americana. Prosiguieron los pasos mientras evocaba un único código: el número y la calle del vertedero municipal. Estaba cerca y siempre era bienvenido el reciclado de papel.
(De Cuentos diminutos)
Ay, las contraseñas, las claves de acceso, paswords, letras y números,signos... Nos jugamos la vida a cada paso. Y si además llueve... ahí da comienzo una película, algo para recordar.
ResponderEliminarUn enorme abrazo, querido Luis, acabamos de llegar a casa, así que feliz por tu estar cerca; todas las cerraduras merecen un mirón...
EliminarLa memoria siempre al lado de la palabra que nos acerca o nos confunde. Salud!
ResponderEliminarSalud querido Luis y el empeño de regresar al mundo real de vez en cuando, para seguir viendo sombras y cavernas...
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