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Acuarela
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TORMENTA DE VERANO
En el minúsculo apartamento playero, en estado de sitio: una
tormenta de granizo y Nietzsche.
Todos somos heridas, aunque no sé si incisiones o
cicatrices.
Pierdo fuelle, ahora tengo una inteligencia en versión
abreviada.
Mis mejores certezas mantienen un realce de niebla.
En ella la ternura es un culto de catacumbas.
Hay libros que destilan un sopor insomne, incluso cerrados.
Descifro caracteres como párrafos, con la pretensión de hilar efecto y causa.
En las páginas del atardecer, la luna, esa fotografía ajada por el manoseo.
La ciudad biográfica, un compendio de ruinas circulares.
En la lupa analítica caben la pulga y el rinoceronte.
ResponderEliminarTus naderías, José Luis, tienen la importancia del pensamiento filosófico, la intensidad de la tormenta, el manto blanco que dejan las palabras esféricas del granizo, la grandeza en la que se cobija la inspiración del pequeño apartamento de la mente. Gracias por compartir, Un gran abrazo.
Muchas gracias por tu confianza lectora y una alegría estar contigo en la escritura y en la amistad.
EliminarEl comentario "anónimo" responde al nombre de Isabel F. B. de Quirós.
ResponderEliminarCreo que para que salga con el nombre completo debe estar abierto el correo de gmail.com; pero es igual, yo te agradezco muchísimo tus palabras y para mí eres una identidad fuerte y llena de afecto, estás siempre.
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