Yukón Versos mestizos Marga Mayordomo Prólogo de Julio Mas Alcaraz Mahalta Editorial, Colección Adivinos Castilla la Mancha, Ciudad Real, 2022 |
EXTRAÑAMIENTO
Los asentamientos generacionales son espacios marcados por la urgencia,
como si fuera preciso delimitar los nombres propios que definen una generación
y el enjambre de idearios estéticos. Esta adicción a la taxonomía escritural
desubica a los fuera de sitio, a esas presencias que salen en los extremos de la
foto de grupo con trazos desenfocados y periféricos. Nace entonces la necesidad
del rescate, el placer añadido del encuentro personal y la sensación de habitar
una literatura a trasmano, singular, distinta.
Marga Mayordomo, Licenciada en Antropología Americana, integrante del
colectivo ConVersos y la Asociación de mujeres poetas Genialogías, ha
desplegado en la última década un trayecto entre páginas que aglutina el
cuaderno Con los huesos al aire, y
los poemarios Dedos de Martini-Dry (2013)
y Pájaros tattoo (2018). El retorno
post-pandémico añade en el jovencísimo catálogo de Mahalta la entrega Yukón. Versos mestizos.
No viene mal comenzar la lectura del libro con las coordenadas que traza
en el prólogo Julio Mas Alcaraz, poeta, director y guionista. La introducción “la
posmodernidad de la posmodernidad” resalta de inmediato el empeño de Marga
Mayordomo de vadear riberas no convencionales y de explorar usos poéticos de
riesgo; no se trata de buscar una originalidad en el desconcierto sino incidir
en la capacidad germinal del lenguaje y sus posibilidades expresivas y
formales. También de interés, sobre todo para la mirada crítica, me parece la
nota de agradecimientos porque integra magisterios y afectos, un abanico de
poetas, narradores y pensadores que conforma el telar personal y que deja un
muestrario de afinidades e incisiones en el ideario expresivo.
Marga
Mayordomo recurre a Clarice Lispector para domesticar el torbellino de imágenes
e incertidumbres que entrelaza el extrañamiento cotidiano: “No, no es fácil
escribir… Es duro como partir rocas. Pero saltan chispas y astillas como aceros
pulidos” y se vuelca en el poemario con apartados matéricos que aluden a la
conexión con el origen y a la capacidad de habitar una existencia trascendida
en universos paralelos.
La primera sección “Barro” comienza con una alusión cinematográfica “La
chica danesa”, película dirigida en 2015 por Tom Hooper, sobre una pareja de
artistas daneses, Einar y Gerda Wegener, que explora la transformación
identitaria de Einar tras sustituir a la modelo femenina que su mujer, Gerda, debía
pintar. Tras los exitosos retratos, ella anima a su marido a adoptar una
apariencia femenina. Esta metamorfosis inesperada, habla de esa condición
maleable del barro, capaz de adoptar cualquier forma. No sé si esta lectura de
un cinéfilo convicto como yo cierra otras interpretaciones y sugerencias, creo
que no, porque cada poema habla en su lectura con el intimismo singular de la
confidencia en el mar desplegado del pensamiento. Lo mismo sucede en “Mandala”
donde la fluidez del enunciado argumental se quiebra para dar al lenguaje un
legado fónico en vuelo libre.
Lo cotidiano encierra un tiempo en marcha en el que se asienta el legado
cultural, como en el poema “Delirium”, pero también una ruptura del argumento
lineal de la lógica que hace del fluir de la conciencia un magma informe de
recuerdos, evocaciones y reconstrucciones mentales. El apartado muestra como
hito principal el poema “Sobrevivientes”, una composición en fragmentos en la
que sobresale la mirada social y las asimetrías de un periodo extraño que ubica
en la periferia a los más frágiles y a su “cabalgata de sueños harapientos
sucios”.
En “fuego” la voz de A. Ginsberg abre senda al poema “Aullido”, aquel
himno generacional beat, para explorar un intervalo de suelos líquidos, distopías,
iphones y fake-news. En esta atmósfera encuentran sitio continuos referentes
culturales y estelas del cine o los medios de comunicación que personifican los
oscuros rincones de un presente contradictorio que no ha logrado superar la
marginación y el subdesarrollo y que, sin embargo, ama lo paradójico y ha
llenado la nube de poetas y de idearios vanguardistas. Contra la corrección se
airea la bandera de Vallejo, poniendo el sosiego y la sensatez en el alambre y
tomando cañas verbales con la revolución pendiente.
Frente al libro unitario, Marga Mayordomo prefiere el fragmentarismo de
lo diverso, las teselas aparentemente inconexas de vetas sueltas y yacimiento
expandidos. En “Universos paralelos” conviven el homenaje musical de “Celia
Cruz en Kinshasa” y ”Ractime (Billy Holiday)”, el intimismo confidencial de
“Calima y hierba” y la recreación del teatro estático de Fernando Pessoa en el
poema “El marinero”, junto a composiciones que reflejan un devenir temporal que
nos moldea o el afán metaliterario para evitar decir lo obvio y hacer que la
simplicidad habite la razón del lenguaje.
Dos secciones “Hielo y “Agua” clausuran el poemario. Ambas comparten la
subversión de sentido y dejan algunas claves expresivas como las del poema
homónimo “Yukón” que reivindica la intensidad y el riesgo, el entorno salvaje,
lejos del urbanismo domesticado y ese viaje continuo hacia el asombro y al
brote germinal de quien renace. Lo lejano preserva identidades en el tiempo,
formas de vida, equivalencias entre el yo y la naturaleza tan presentes en
“Inuit”, “Aymara” y “Danzas mapuche”, a través de las edades en una intensa
genealogía que enlaza lo colectivo con el destino concreto del hablante lírico
en una suerte de mestizaje atemporal.
Yukón.
Versos mestizos es un poemario en el que la exploración lingüística se hace
lugar central a través de una sintaxis fragmentada, el empleo de neologismos y
dicciones foráneas y el uso en los versos de guiones dickinsonianos. Así
subraya las posibilidades creadoras de Marga Mayordomo y su poesía proteica y
hermética, proclive a la simbiosis y alejada del intimismo figurativo y la
confidencia. Poesía del fluir y del viaje, de intensidad y riesgo; que no teme deambular por las
sombras.
JOSÉ LUIS MORANTE
José Luis, precisamente ayer estuve escuchando poemas de Yukón de labios de su autora. Fue en Enclave, en una lectura a dos con Verónica Aranda. Su poesía es de riesgo, como bien dices, e intensa. Una propuesta que va más allá de la comodidad. Una apuesta por el lenguaje como excitación, como revulsivo. Julio Mas habla en su prólogo de ir más allá de la modernidad, en ello está Marga. Creo que la edición está a su altura.
ResponderEliminarLo sé, querido poeta, me llegó la convocatoria del evento, pero no pude asistir por el trabajo acumulado sobre la mesa. Me alegra ver el crédito editorial que va acumulando Mahalta con apuestas de interés como la antología de Francisco García Marquina, y con esta entrega, compleja y diferente, de Marga Mayordomo. Ojalá mi propuesta crítica invite a más lectores a transitar por su escritura. Fuerte abrazo.
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