(Bro)MURO DE FACEBOOK
A quien piensa que el cerebro en el hombre es una posibilidad
Soy un ingenuo para laboratorios. Bajo la sombrilla de las buenas intenciones, en un muro de facebook comenté mi desacuerdo casual con uno de esos chistes que resumen el ego masculino en una musculatura imponente, en busca de oquedades para dejar tinta blanca y viscosa.
Horas después, respondió la propietaria del muro, ofendida y distante, apelando a la libertad de expresión. Con verbo feminista, de ubre seca, clausuraba el mensaje, abriéndome la puerta para que abandonara cabizbajo su territorio digital.
Despedida y cierre. Lo hice de inmediato, con la resignación de quien sabe que la grandilocuencia tiene un cerebro chismoso y reciclado, que ocupa cada noche algún trastero.
¡Cuánta razón tienes, José Luis! Esta muy bien que lo cuentes para desmitificar la "comunicación y libertad de expresión" de las redes sociales.Te dejan libertad cuando coincides con lo que dicen o no te opones abiertamente.No me gustan ni Facebook ni twitter.Creo que en los foros y en los blogs hay mejor comunicación.
ResponderEliminarMuy bueno e ingenioso el título que das a este escrito.
Un abrazo sin muros.
Eres tan generosa como siempre, Fanny; la anécdota no es más que una advertencia de que -como sugieres- la libertad de expresión no es un "aparcatodo" en el que caben, al mismo tiempo, la genialidad y la grosería más indecente. Y por desgracia, nos falta cultura para responder con argumentos y no con descalificaciones. Ya sabes que la literatura es un reto diario en el que cada tema exige un trato de favor; mi idea de lo masculino dista mucho del gimnasio, pero me parece bien que otros cultiven el cuerpo. cada individuo elige; y yo elegí el gimnasio diario de los libros, como sugería Saramago. Un abrazo, querida amiga.
EliminarLa libertad de expresión empieza por uno mismo. Amigo José Luis cuanto daño están haciendo los polvos (esos que venden en botes muy grandes y te hinchan como un globo) en fin. como decimos por aquí: donde no me quieren no me disfrutan.
ResponderEliminarClaro que sí, paco, es bueno saber quienes son los amigos y quienes son los enemigos; y desde luego yo siempre estaré lejos de la grandilocuencia y del feminismo más reaccionario, ese que piensa que algún género es secundario.
EliminarPues ese tipo de comportamientos es más frecuente de lo que te puedas llegar a imaginar... yo creo que a la gente le falta mucha autoestima y en cuanto les tocas un poco la endeble estructura en la que se apoyan....catapúm!
ResponderEliminarComparto tu reflexión, querido Chisme; estamos en una ciudad de autoestimas hechas de papel y brisa. Además las grandes frases parecen copar cualquier argumentación, así que de vez en cuando es bueno disentir, o simplemente cambiar de muro, digo de (bro)muro. Abrazos grandotes.
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