viernes, 23 de mayo de 2014

UN DUQUE EN RIVAS

Ángel de Saavedra, Duque de Rivas (1791-1865)
UN DUQUE EN RIVAS

     A mis alumnos de Geografía e Historia

   El instituto donde imparto clases de Geografía e Historia desde hace diecisiete años celebra hoy una jornada cultural. En ella intervienen, junto a los alumnos matriculados, profesores y alumnos de cinco países europeos que visitan nuestras aulas con motivo del Proyecto Comenius, una iniciativa de intercambio educativo. Se multiplican las actividades: concursos gastronómicos, olimpiadas matemáticas, exposiciones, encuentros literarios;  y a mí me toca impartir una conferencia sobre Ángel de Saavedra, ese desconocido que nos ha prestado su nombre.
 Resulta paradójico que un municipio de izquierdas y republicano tenga como figura más significativa en su historia a un duque escritor. Y yo voy a difundir en las aulas su legado literario y las circunstancias más relevantes de su biografía, cuyo tramo más complejo coincidió con la invasión napoleónica y la década absolutista de Fernando VII.
   Hoy dibujo la imagén romántica de un personaje que tiene dos centros básicos en su creación: el teatro y la poesía; no queda tiempo para adentrarme en el laberinto de títulos que conforma su bibliografía. Basta con dejar constancia del papel principal de Ángel de Saavedra y con airear la curiosa mirada de nuevos lectores. No es poco.   

6 comentarios:

  1. Tampoco es tan paradójico. Al fin y al cabo, noble, pero de la España liberal: En 1823, El Duque fue condenado a muerte por sus creencias liberales y haber participado en el golpe de estado de Riego en 1820. Además se le confiscaron sus bienes y huyó a Inglaterra. Luego pasó a Malta en 1825 donde permaneció cinco años. En 1830 se marchó a París. Después de la muerte de Fernando VII en 1833, regresó a España al recibir la amnistía y reclamó su herencia, y además en 1834 murió su hermano mayor, Juan Remigio, y recayó en él por ello el título de Duque de Rivas. Dos años después fue nombrado ministro de la Gobernación. Luego emigró a Portugal por poco espacio de tiempo. A la vuelta desempeñó el papel de senador, alcalde de Madrid, embajador y ministro plenipotenciario en Nápoles y Francia, ministro del Estado, presidente del Consejo de Estado y presidente de la Real Academia Española y del Ateneo de Madrid en 1865.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido amigo, tu resumen de historia es excelente, así que dejas claro que nuestro ilustre ripense sigue vivo en la memoria cultural, con voz y voto. Gracias por tus precisiones, Siempre es un placer tenerte cerquita. Abrazos.

      Eliminar
  2. Ángel de Saavedra, duque de Rivas, es una figura indispensable en la literatura del XIX. Y desde luego, como hoy la ciudad de su ducado, una persona comprometida con el tiempo que le tocó vivir y con sus ideas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. y creo que esa postura del intelectual que mira lo que pasa alrededor y que toma partido es una necesidad ineludible; vivimos tiempos convulsos donde se necesita espíritu crítico y voluntad solidaria. Un abrazo, querido amigo.

      Eliminar
  3. ¿Para cuando más sobre mi paisano?
    Un placer haberte conocido, me quedo por aquí para leerte con detenimiento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué alegría saber que te interesa nuestro ripense más ilustre. He comentado otras veces el legado literario de Ángel de Saavedra, no sólo por los avatares biográficos, también por su compromiso con el contexto histórico que condicionó tanto su existencia. Me alegra mucho que te quedes, soy profesor como tú y tengo una empatía natural con Córdoba siempre llena de amigos poetas. Gracias por tu presencia.

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.