La durmiente Susana Benet Pre-Textos, Poesía Valencia,2013 |
DESTELLOS
La dedicación de Susana Benet (Valencia, 1950) a la escritura de haikus
y su práctica de la acuarela fortalecen una sensibilidad creadora impresionista
y sensorial, atenta a los matices y al respirar pausado de un entorno repleto
de sugerencias cromáticas. Autora de los poemarios Faro del bosque, Lluvia
menuda, Huellas de escarabajo y Jardín, la lírica de Susana Benet, por
su coherencia, ejerce un incansable impulso renovador de la
estrofa japonesa, ya aclimatada a nuestra tradición; en efecto, nadie niega la potencia
expresiva del haiku porque su mínimo formato se ha liberado de ser una poesía de
estaciones y aborda cualquier asunto.
Emily Dikinson y Juan Ramón Jiménez, dos solitarios paradigmáticos en la
entrega íntima y total a la propia obra, sirven de apoyatura inicial a su
última salida, La durmiente, donde la autora se libera, por primera vez, del esquema formal
japonés para firmar composiciones cortas, escritas siempre en verso libre.
La apertura, “Como el vuelo” reflexiona sobre el ser
germinal de la palabra. Llega inadvertida, como un impulso fuerte que requiere
salida, y poco a poco adquiere la intensidad del canto. Los poemas nacen al
paso, porque el entorno está colmado de estímulos. En “Quietud” los versos se
asoman a esos enlaces que relacionan elementos dispares, por ejemplo un gato y
un árbol, dos presencias cercanas compartiendo el silencio y la calma del
acontecer.
Los textos sugieren ventanas entreabiertas que hacen posible la
contemplación; ante la mirada emerge un paisaje cambiante y encendido, cuya
estela fugaz se desvanece; la palabra captura ese resplandor transitorio,
intuye el vuelo de lo que acontece y en el pensamiento encuentran resguardo las
humildes certezas del existir.
El ideario estético de La
durmiente recuerda al lector lugares de encuentro con itinerarios poéticos
cercanos, como los protagonizados por Eloy Sánchez Rosillo, Antonio Cabrera o
Antonio Moreno. Todos comparten con
Susana Benet la tangible presencia del paisaje natural y la vinculación con una
tradición meditativa de la que también formarían parte Francisco Brines y César
Simón. La naturaleza crea una corriente anímica de aceptación;
el silencio descubre el asombro feliz de quien percibe. Las cosas aparecen
cercanas y entrañables, como señales que van jalonando el discurrir de la
travesía vital.
Luminosa y transparente, la poesía de Susana Benet desprende un aire de
naturalidad abierta. En ella cabe intacto un boceto emotivo de lo real, un
dibujo de lo cotidiano que trasciende la mera apariencia. Su voz ahonda en el
conocimiento de la propia identidad a través de elementos referenciales que nos
dejan en el umbral de su significado, en la cumplida víspera del canto.
¡Cuánto me alegro de que nos hables de esta poetisa del haiku! Yo la conocí en un foro donde la literatura japonesa es el centro de atención. Sus haikus me gustan mucho; dignos de ser leídos por tanta gente que hoy día se inicia, a ciegas, en esta composición diminuta pero profunda.
ResponderEliminarGracias, José Luis, por poner a nuestro alcance la posibilidad de profundizar en la esencia del haiku.
Un abrazo.
Creo, querida Fanny, que Susana Benet es una de las voces actuales que cultivan el haiku con más acierto. En el libro que comento explora otras formas expresivas, sin el corsé de la estrofa japonesa. Su palabra, limpia y precisa, está siempre llena de emoción. Abrazos.
EliminarCon tu permiso José Luis, comparto en Google. Un abrazo.
ResponderEliminarEres muy amable, querida María José, gracias por tu continuo apoyo al trabajo literario de tantos años. Besos.
EliminarNo he leído a Susana benet, que recomiendas y subrayas, pero sí a poetas con la relacionas, tanto Eloy como los Antonios -Cabrera y Moreno- a los que suelo leer. Lo que pasa es que a veces esa poesía contemplativa, celebrativa y meditativa de la Naturaleza, que comparto a veces, tiene el riesgo de convertirse en un cliché ayudo de sorpresas y de riesgo. No conozco a Susana, lo intentaré.
ResponderEliminarGracias, José Luis
Querido Paco, cualquier tradición literaria corre el riego del cliché y de la falta de asombro; la epigonía es severa poda de cualquier etiqueta. Pero me ha gustado el libro de Susana, como el fruto de poetas celebratorios al estilo de Eloy Sánchez Rosillo, o Antonio cabrera. Un abrazo, poeta, a ver si hay suerte y nos vemos pronto.
EliminarEs un estupendo libro que he tenido la gran oportunidad de poder leer. Resalto en él su claridad y delicadeza sin perder en ningún momento el sentido poético. Es una poeta que se merece mucha más difusión y conocimiento del público.
ResponderEliminarUn saludo.
Querido amigo, muchas gracias por tu presencia; la poesía es siempre minoritaria y restringida; aquí no hay gradas repletas; pero está la emoción del poema y el trabajo bien hecho, como es muestra evidente en este libro de Susana Benet. Delicadeza e intimismo, como en una acuarela. Saludos desde Rivas.
Eliminar