CICLO DEL AGUA
Para Amanda, siempre en movimiento
La frágil transparencia de aquel río se confundía con la desnudez, lo que extremaba la sensibilidad del cauce a los cambios de temperatura. De madrugada las aguas eran sólidas. Con las primeras briznas de sol se licuaban. A mediodía las altas temperaturas enredaban al río en redes de niebla, en un reiterativo proceso de nubosidad variable.
sobre un lienzo de sentidos, pinceladas de poesía
ResponderEliminarsaludos
Siempre es entrañable recibir tus palabras. Un fuerte abrazo de amistad desde Rivas.
EliminarUno de los fragmentos con más delicadeza que he leído de los que has escrito.
ResponderEliminarGracias por la dedicatoria, no podías haberme hecho mejor regalo en un día tan largo como el que he tenido hoy,
Un abrazo enorme, sigo lo que queda de día muy contenta.
Siempre estás muy cerca, Amanda, la distancia en los sentimientos no obedece al sistema métrico decimal. Ya queda poco para el fin de curso, ánimo con tus estudios y un fuerte abrazo en el regreso. me alegra mucho que te haya gustado ese río que todos llevamos dentro.
EliminarLos ríos siempre son tentadores para un poeta. Sus aguas te recorren y ellas te inspiraron esta breve prosa poética. Muy bonita, José Luis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con el sopor de la canícula, me temo, acababa por convertirse en cauce seco.
ResponderEliminarAbrazos, siempre