domingo, 15 de noviembre de 2015

TERESA GARBÍ. SAKKARA

Sakkara
Teresa  Garbí
Renacimiento, Espuela de Plata
Sevilla, 2015
LA VIDA EN TRÁNSITO

   La trayectoria creadora de Teresa Garbí muestra un abanico de géneros; integra literatura didáctica, ensayo, ediciones de obras clásicas y creación. Su entrega más reciente Sakkara reúne diecisiete narraciones breves con veneros que inciden en la prioridades vitales del ahora: el viaje, la mirada interior, la nostalgia que retiene el pasado impreciso, y la crónica social de un presente empeñado en contradecirse a cada instante que requiere sólidas convicciones.
   El primer relato, “Sakkara”, postula una ambientación realista testimonial, donde la ciudad de los muertos en El Cairo sirve de escenario. En sus laberintos se mueve Alí, un figurante proclive a la ternura cuyo destino, desde la infancia, es el estar provisional, una incertidumbre cobijada bajo detalles e imágenes sueltas que han quedado a resguardo en la memoria. Así sucede con la vieja pirámide de Sakkara que ha perdido su grandeza simbólica. El discurrir la muestra convertida en un puñado de arena, mientras alrededor se suceden los días como dunas móviles que las manos del viento moldean a su antojo.
   Otro paisaje, menos prestigiado por los referentes históricos, se descubre en “Parada en blanco”, donde la escritora abandona el exotismo de la lejanía para adentrarse en una geografía onírica, un paisaje sin tiempo en el que la normalidad se borra para empujar al sujeto accional hacia un trayecto extraño, un recorrido reflexivo donde lo temporal se diluye en una mancha de sombras. Entre el sueño y la vigilia está la distancia inaprensible de los itinerarios sin regreso.
   En bastantes piezas el viaje se convierte en coprotagonista. Muestra los desajustes del entorno y la inseguridad de una conciencia frágil que da un brusco giro a su forma de estar. Así sucede en el relato “Pobreza”. Una mujer de clase media que viaja a Lima decide explorar los barrios alejados de Miraflores, ese cinturón de subdesarrollo convierte el respirar diario en mero ejercicio de supervivencia. Más allá de las antiguas civilizaciones de Machu Pichu y del ajetreo estéril del turista que pasa de largo, está la condición  concreta de un yo empeñado en reconocerse en el despojamiento y en vivir la coherencia de su identidad.
   Teresa Garbí entrevera argumentos distanciados. Cada cuento conduce al lector hacia parajes de trazos disímiles: están asuntos bien conocidos en la narrativa corta española como la guerra civil o las figuras de esos derrotados ajenos a cualquier época, y está otro tema candente en los medios de comunicación: el acoso femenino y la negación de la libertad; también el íntimo homenaje al viejo profesor que un día deja la estela leve de la docencia, con el gesto resignado de salir del aula y hacer de su experiencia docente un pálido recuerdo. Las páginas finales abogan por el coloquialismo autobiográfico. El relato se pormenoriza para dejar sitio al soliloquio y a la emoción lírica; en él se percibe el gusto por el detalle descriptivo y por los recovecos de la palabra interior.
   Las historias de Sakkara recorren líneas de una realidad fragmentaria en la que es posible capturar matices y emociones del latido del tiempo. La existencia es tránsito; se abre cada día como un horizonte difuso cuyos contornos adquieren la forma maleable de un montón de arena que dispersa el viento.

4 comentarios:

  1. Gracias como siempre por tus lecturas y recomendaciones. Y como sabes que hago, las tendré muy en cuenta para mis futuras lecturas. Desconocía obra y autora. Ocasión para abrir nuevas puertas literarias. Feliz domingo.

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    1. Querido amigo, siempre es un privilegio tu proximidad a estos puentes. Sé que estás muy ocupado y por ello valoro doblemente que mis reseñas te lleguen. Los relatos de Teresa Garbí miran el entorno con la convicción de que todo es cauce, un devenir en manos del destino, en el que casi nada es perdurable. Disfrutarás con una autora de obra amplia que ahora deja en renacimiento su prosa breve. Feliz domingo.

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  2. He leído Sakkara, pero al leer tu reseña siento la tentación de volver a sus páginas pues tus comentarios todavía vuelven más atractivos sus relatos. Gracias y besos,

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    1. Hola Susana, siempre es un placer coincidir en la valoración lectora. En las dedicatorias de los relatos hay muchos amigos comunes y es una gratísima alegría porque acercan todavía más el itinerario creador. Feliz domingo.

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