lunes, 5 de octubre de 2015

GREGORIO LURI. AFORISMOS

Aforismos que nunca contaré a mis hijos
Gregorio Luri
La Isla de Siltolá, Aforismos
Sevilla, 2015


SEMILLAS NATURALES

   La sólida entidad del aforismo en el mapa creador actual proviene de una cualidad objetiva: su plural enfoque. El género admite una perspectiva amplia, tanto en los contornos formales como en la apertura argumental. Gregorio Luri  se estrena en esta escritura breve con el libro Aforismos que nunca contaré a mis hijos. Nacido en Azagra (Navarra) en 1955, el autor ha desempeñado una sostenida dedicación docente y ha labrado un perfil intelectual en el que la filosofía es el trazo fuerte de una amplia producción que sobrepasa la quincena de títulos.
   La tendencia al verbo reflexivo y los postulados de la sociología clarifican de inmediato cuál es el eje de simetría de esta compilación en la que las señas de identidad del momento histórico reciente afloran con nitidez. El ahora está marcado por el progreso tecnológico, las salpicaduras de la globalización, la pujanza del mercado siempre cómplice de los poderes financieros y mediáticos y las sangrantes desigualdades sociales que abren grietas en cualquier mapa físico. Y en ese contexto se gesta el rol de un sujeto omnisciente que debe recorrer una doble senda: el espacio interior de su conciencia y las aceras de un yo solidario y social que forma parte de un cuerpo maleable y colectivo. 
  Escueta en su formato, la intensidad aforística de Gregorio Luri  solo requiere dos o tres líneas para el enunciado conclusivo. Veamos algunos ejemplos al paso: “El periodista sustituye al cantor y al ayudante de cámara. Nadie es un gran hombre para un periodista honesto”; otro ejemplo con recorrido similar: “En las páginas de los periódicos, entre la verdad y la mentira está la cuenta de resultados”. La política como corpus gestor del bien público suscita un incansable reflejo nominal por el lastre de corrupción y desgobierno que ha creado tanta sombra en la opinión del ciudadano medio. Se hace necesario difundir argumentaciones que dignifiquen su praxis y que nos desgajen de los abundantes prejuicios asentados. El yo pensante se mueve con la brisa firme de la razón, pero no siempre en la dirección adecuada por los efectos colaterales: “Los libros, las películas, los sistemas filosóficos y las personas que se comprenden perfectamente… decepcionan un poco”, acaso porque la estatura media de lo que cabe en el hueco del logos está lastrado por la contingencia y la erosión del tiempo. Hay aforismos de manual, que invitan a la pausa para asimilar mejor su contenido. Así me ha sucedido, tal vez por la cansina actualidad del secesionismo catalán, con el texto siguiente: “Muchos catalanes llaman “España” a lo que menos les gusta de sí mismo. De ahí que entiendan la independencia como una catarsis“·
  En los aforismos de Gregorio Luri discurre con naturalidad el lenguaje filosófico, aquel que mira la ilación de causas y efectos detrás de lo aparente para percibir formas de comprender al otro, incluso admitiendo que la lógica carece de coherencia y que “el mundo es un relato de supervivientes”. Lo dice con acierto el filósofo y el pedagogo, y es un principio relevante para cualquier pensamiento crítico que mire a distancia el sesgo narrativo de nuestro tiempo. 


3 comentarios:

  1. Mis disculpas a todos los lectores de esta entrada y al profesor Gregorio Luri por la errata. Al releer hoy la reseña he percibido mi torpeza y la he corregido de inmediato. Esta vez no hubo suerte y nadie me avisó de la bofetada ortográfica, Asumo aquí que debo repasar mejor los textos insertados en el blog. Lo dicho, mis disculpas.

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  2. Me interesa muchísimo el género del aforismo José Luis. Precisamente ya le había echado el ojo a este libro en el blog de la editorial por lo que agradezco muchísimo que lo hayas reseñado tú.
    Es, sin duda, un género apasionante para los que nos gusta no sólo leer como entretenimiento (que está bien) sino también, de vez en cuando, para hacer que nuestra mente dé alguna vuelta más de las que ya da por cosas y causas propias.
    Gracias, como siempre, y feliz miércoles ya. Un abrazo,
    Sandra.

    Pd. cualquier error pueda haber en algún texto tuyo sabemos bien que son simples erratas José Luis.

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    1. Sé que te gusta el género, Sandra, y disfrutarás de un tiempo creativo muy propicio a los aforismos.
      La falta de ortografía me disgustó porque empañaba una lectura minuciosa y una ilusión crítica de hacer las cosas lo mejor posible. Menos mal que me di cuenta. Feliz jornada, Sandra.

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