miércoles, 29 de junio de 2022

LA DOBLE IDENTIDAD

Convivencia


  

HETERÓNOMOS
 
 
Dentro de mí conviven, abocados
a una inmensa rutina sedentaria,
el yo que pienso y otro, el que parezco.
Un pacto, que firmaran con los ojos,
les conmina
a respirarse en cierta tolerancia,
y ambos han sido absueltos
de mencionar, siquiera,
cuál fue la última causa
que les diera la vida.
 
Cada uno tiene ya su enclave exacto:
el yo que pienso
habita, día y noche,
la intimidad de estas cuatro paredes.
Es semejante a un niño que olvidara crecer,
y por lo mismo
nada en el mar de una sabia ignorancia.
(“Acaso sea el invierno…
es razón suficiente para explicar el cosmos “)
Y balbucea. Ríe.
Se pierde en los espejos. Gesticula.
Colecciona recuerdos como si fueran conchas
que ha enterrado el olvido.
 
A veces llora y viste el jersey gris
de la melancolía;
entonces toma un folio,
donde  inicia el galope un sentimiento
y se hace reo de pertinaz tristeza,
hasta que traspapela la mirada
y descubre, cansado,
que afuera cae la lluvia
y mojan su perfil
unas livianas gotas de mi nube.
 
El que parezco
está en la calle de continuo.
Todos le conocéis
pues con todos comparte ese pan y esta sal
que, bajo el brazo, trae la vida;
las cotidianas dosis
de angustia existencial, trabajo y ruido.
Con él tropiezo,
una tarde cualquiera,
al doblar una esquina,
y tras justificarme torpemente
(“hallé la puerta abierta
y me aburría…”)
me despido gozoso y luego marcho
-el paso lento, sepultadas las manos
en los amplios bolsillos del vaquero-
a ver, sin más, el mundo por mis ojos.
 
                                         
                    (Del libro Rotonda con estatuas, 1990)



3 comentarios:

  1. Enhorabuena, José Luis, porque has logrado expresar la dualidad del yo con la que vivimos. Y de una forma sencilla, que no es poco.

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    1. Muchas gracias, no sé si es un poema sencillo; creo que no, pero es sobre todo una composición que ha perdurado intacta en el tiempo, desde aquellos días de finales de los años ochenta. Leo con frecuencia esta composición en las lecturas; habla de mis sombras y luces, de los seres extraños que me habitan. Un fuerte abrazo.

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    2. Volvió a aparecer mi comentario como anónimo. Gracias de nuevo.

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