jueves, 1 de diciembre de 2022

VENTANA AL CALLEJÓN

Venecia a mediodía
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VENTANA AL CALLEJÓN


(A Monterroso, claro)
 
   Un día abrí los ojos y el dinosaurio ya no estaba. Mi voluntad regresó al suelo frío de los sueños. Soy de los que piensan que el olvido es un acantilado natural, dispuesto a imponer la consistencia de sus agravios. Mientras dormía, el dinosaurio añoró mi estar solo y atravesó las horas para buscarme.

(Cuentos diminutos)





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