Hola poeta, espero que los reyes Magos hayan sido generosos contigo; ya tengo ganas de abrir tu libro y disfrutar de tus poemas. A ver si hay suerte y habita mi buzón esta semana. te avisaré de inmediato. Un fuerte abrazo y gracias por todo. Qué lejano aquel libro de Juan Salvador Gaviota y aquella música de N. D... Somos tiempo.
Un abrazo, amigo. Debo confesarte que siempre disfruto muchísimo con tu lucidez ante los días, y que me paso por tu blog con la certeza de que siempre encontraré allí hospitalidad y tiempo cordial. Que tengas una feliz jornada.
Hola, poeta; siempre es un gesto emotivo percibir tu presencia en este blog. Es verdad, la nostalgia es una forma de percibir el mundo desde el pasado. Es un tiempo lleno de encanto que me hace recordar de dónde vengo. Un fuerte abrazo y feliz jornada.
Sí, somos gaviotas que mantienen en tierra su afán de vuelo. El litoral es siempre ese espacio ambiguo entre tierra y mar. Feliz tarde, Sofía, y mi gratitud por tu reflexión.
El haiku, más que un poema de estación, es una rama quebrada en cualquier paso. Y su sonido se queda en el tímpano como el rumor leve de una sensación. Me encanta esta cercanía entre los dos en la amistad y en la literatura. Un abrazo.
Acabo de pasar lpor facebook y he visto un poema tuyo publicado en el muro de Lucas de Villalón.y creo que lo quiere publicar en una antología que está preparando. Entiendo que tú no lo sabes y aunque no te suene el nombre si ves la foto sabrás quien es. Le paso tu blog por si se quiere poner en contacto contigo.
Te lo agradezco de veras; es un privilegio que los poemas no decepcionen al lector y tengan su propio itinerario. Gracias por el afecto y gracias también por difundir el blog. Me pondré en contacto con el antólogo para ponerme a su entera disposición.
La poesía de Jorge Manrique, la de Antonio Machado, la de Kavafis definen la vida como tránsito, como un río, como un camino por recorrer... Es verdad; las gaviotas nos sueñan mientras recorren con su quietud de alas la misma arena que pisamos un día. Un fuerte abrazo, Carmela.
Estos puentes digitales, pese a su levedad, tienen una resistencia contrastada y recorren cualquier distancia en muy poco tiempo. Así que hay que aprovecharse de las nuevas tecnologías y poner en sus rincones sentimientos y literatura. Un abrazo y gracias por estar.
En la arena de la vida, vamos dejando huellas de nuestros repetidos pasos, como las gaviotas. Estos días, precisamente estuve observando las huellas de las gaviotas e hice algunas fotos de esos efímeros tatuajes sobre la arena, y de la numerosa concentración a la orilla del mar.
Fanny, gracias por tu reflexión; soy un poeta de tierra adentro pero amo profundamente el mar. Y aquella imagen de las gaviotas en la inmensa playa de Daytona nos cautivó. Adela supo dejarla intacta en su fotografía, faltaba el haiku que vino después, en vísperas de Reyes. Un abrazo.
Me encantan los Haikus y me encantan las gaviotas José Luis así que tu post no pudo estar más acertado como regalo de reyes para mí. Gracias por la libertad que inspiran tus gaviotas. Saludos!
Pues me alegra que la entrada te haya aportado un poco de felicidad lectora. A mí me ha sucedido lo mismo con el número 3 de Anáfora, que he tenido la suerte de compartir con amigos como tú. La lileratura es ese espacio hospitalario que se va llenando de nombres y poesía... Y ahí estamos, cerca, y con la gratitud de quien se siente en buena compañía.
Me trae a la memoria el libro de Juan Salvador Gaviota.
ResponderEliminarHola poeta, espero que los reyes Magos hayan sido generosos contigo; ya tengo ganas de abrir tu libro y disfrutar de tus poemas. A ver si hay suerte y habita mi buzón esta semana. te avisaré de inmediato. Un fuerte abrazo y gracias por todo. Qué lejano aquel libro de Juan Salvador Gaviota y aquella música de N. D... Somos tiempo.
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ResponderEliminarSon nuestros pasos
los que levantan playas.
Nuestro oleaje.
Salud y don de la generosidad: el mejor regalo.
Un abrazo, José Luis.
Un abrazo, amigo. Debo confesarte que siempre disfruto muchísimo con tu lucidez ante los días, y que me paso por tu blog con la certeza de que siempre encontraré allí hospitalidad y tiempo cordial. Que tengas una feliz jornada.
Eliminarcuanta nostalgia hay en tus letras
ResponderEliminarabrazo
Hola, poeta; siempre es un gesto emotivo percibir tu presencia en este blog. Es verdad, la nostalgia es una forma de percibir el mundo desde el pasado. Es un tiempo lleno de encanto que me hace recordar de dónde vengo. Un fuerte abrazo y feliz jornada.
EliminarUna gaviota de tierra adentro el poeta, querido José Luis, como tú.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, somos gaviotas que mantienen en tierra su afán de vuelo. El litoral es siempre ese espacio ambiguo entre tierra y mar. Feliz tarde, Sofía, y mi gratitud por tu reflexión.
EliminarParece que los dos empezamos el año con aves en el blog. Tu haiku, muy oriental, como esa imagen que podría convertirse en una bella acuarela. Besos,
ResponderEliminarEl haiku, más que un poema de estación, es una rama quebrada en cualquier paso. Y su sonido se queda en el tímpano como el rumor leve de una sensación. Me encanta esta cercanía entre los dos en la amistad y en la literatura. Un abrazo.
EliminarFeliz 2015, José Luis
ResponderEliminarAcabo de pasar lpor facebook y he visto un poema tuyo publicado en el muro de Lucas de Villalón.y creo que lo quiere publicar en una antología que está preparando. Entiendo que tú no lo sabes y aunque no te suene el nombre si ves la foto sabrás quien es. Le paso tu blog por si se quiere poner en contacto contigo.
Besos
Te lo agradezco de veras; es un privilegio que los poemas no decepcionen al lector y tengan su propio itinerario. Gracias por el afecto y gracias también por difundir el blog. Me pondré en contacto con el antólogo para ponerme a su entera disposición.
EliminarTambién nosotros repetimos pasos; qué es la vida, si no un continuo pasar. Hermoso haiku. Un abrazo
ResponderEliminarLa poesía de Jorge Manrique, la de Antonio Machado, la de Kavafis definen la vida como tránsito, como un río, como un camino por recorrer... Es verdad; las gaviotas nos sueñan mientras recorren con su quietud de alas la misma arena que pisamos un día. Un fuerte abrazo, Carmela.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBienvenida al blog, Marina, seguro que nos espera un viaje cordial en los afectos y en la literatura.
EliminarGracias por tu comentario. Me hace ilusión ver cómo la poesía puede llegar a través de internet a cualquier parte. Un placer que te haya gustado,
ResponderEliminarun abrazo y feliz año.
Estos puentes digitales, pese a su levedad, tienen una resistencia contrastada y recorren cualquier distancia en muy poco tiempo. Así que hay que aprovecharse de las nuevas tecnologías y poner en sus rincones sentimientos y literatura. Un abrazo y gracias por estar.
EliminarEn la arena de la vida, vamos dejando huellas de nuestros repetidos pasos, como las gaviotas.
ResponderEliminarEstos días, precisamente estuve observando las huellas de las gaviotas e hice algunas fotos de esos efímeros tatuajes sobre la arena, y de la numerosa concentración a la orilla del mar.
Un abrazo, José Luis.
Fanny, gracias por tu reflexión; soy un poeta de tierra adentro pero amo profundamente el mar. Y aquella imagen de las gaviotas en la inmensa playa de Daytona nos cautivó. Adela supo dejarla intacta en su fotografía, faltaba el haiku que vino después, en vísperas de Reyes. Un abrazo.
EliminarMe encantan los Haikus y me encantan las gaviotas José Luis así que tu post no pudo estar más acertado como regalo de reyes para mí.
ResponderEliminarGracias por la libertad que inspiran tus gaviotas.
Saludos!
Pues me alegra que la entrada te haya aportado un poco de felicidad lectora. A mí me ha sucedido lo mismo con el número 3 de Anáfora, que he tenido la suerte de compartir con amigos como tú. La lileratura es ese espacio hospitalario que se va llenando de nombres y poesía... Y ahí estamos, cerca, y con la gratitud de quien se siente en buena compañía.
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