Creo que coincidimos también en esta manera de afrontar la escritura del haiku: en la intimidad es mucho más cálida la sugerencia que la voz explícita. Un fuerte abrazo, poeta.
Querido poeta, el haiku no admite mucha literatura; más bien exige una mirada precisa, sin demasiado utillaje retórico. Estamos siempre cerca, Paco, en la amistad y en la escritura. Abrazos.
Querida Tracy, amanece y resuena en la calle la voz del deseo. Huele a rocío. Así huele siempre tu entrañable afecto y tu amistad. Gracias por tu comentario.
Gracias, Susana, no sabes las variantes que he dado al haiku para que quede pulcro y recién duchado... Una vez más, qué alegría tan grata percibir este diálogo a distancia. Un abrazo de sábado.
Qué hermosura, José luis, tan íntimo, doméstico, tan cálido y fresco a la vez... Una gozada encontrar estas palabras engarzadas por tu Arte. Besos de domingo.
Hola Sofía, un abrazo fuerte de buenos días, casi con el albornoz y el rocío acariciando el cuerpo. Sabes cuánto me gusta este diálogo que el tiempo nos deja entre las manos. Mi gratitud y mi afecto.
Excelente haiku, querido Fackel, directo, sensorial y pleno de sentidos. Sigo con atención tus incursiones reflexivas en ese ágora permanente de lo clásico. Abrazos cordiales.
Denota también esa voz limpia de la amanecida que llama al deseo. Un fuerte abrazo, poeta, y gracias por este diálogo cercano y entrañable, hecho de afectos siempre. Abrazos.
Gracias, Chisme; entendido de inmediato tu gusto literario. Días en que hay que poner en la escritura un sustrato hormonal más evidente. Un fuerte abrazo, con sonrisa.
El haiku es una estrofa muy maleable: en sus diecisiete sílabas cabe un mundo repleto de emociones y sugerencias. En la poesía actual española la práctica del haiku es una epidemia. Y hay muy buenos poetas que hacen de los tres versos una arquitectura inolvidable. Muy amable, María, gracias por estar cerquita.
Gracias, Chisme; el haiku es un combinado sencillo; pero sabrosón y con olor a rocío. Es una alegría percibir que al cabo de estos meses, no te aburro demasiado. Un abrazo, con haiku.
Dulce intimidad, un río de asombro bajo la nieve. Delicado haiku, José Luis. Feliz fin de semana. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que coincidimos también en esta manera de afrontar la escritura del haiku: en la intimidad es mucho más cálida la sugerencia que la voz explícita. Un fuerte abrazo, poeta.
EliminarTú mismo defines, con tan buen criterio, la intimidad que transmite este haiku tan invernal. Me gusta. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQuerido poeta, el haiku no admite mucha literatura; más bien exige una mirada precisa, sin demasiado utillaje retórico. Estamos siempre cerca, Paco, en la amistad y en la escritura. Abrazos.
Eliminar¡Pero... qué preciosidad!
ResponderEliminarQuerida Tracy, amanece y resuena en la calle la voz del deseo. Huele a rocío. Así huele siempre tu entrañable afecto y tu amistad. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarTambién la imagen huele a rocío. Muy erótico...
ResponderEliminarGracias, Susana, no sabes las variantes que he dado al haiku para que quede pulcro y recién duchado... Una vez más, qué alegría tan grata percibir este diálogo a distancia. Un abrazo de sábado.
ResponderEliminarQué hermosura, José luis, tan íntimo, doméstico, tan cálido y fresco a la vez...
ResponderEliminarUna gozada encontrar estas palabras engarzadas por tu Arte.
Besos de domingo.
Hola Sofía, un abrazo fuerte de buenos días, casi con el albornoz y el rocío acariciando el cuerpo. Sabes cuánto me gusta este diálogo que el tiempo nos deja entre las manos. Mi gratitud y mi afecto.
ResponderEliminarEn el rocío
ResponderEliminardespiertan mis sentidos.
Me sobrecojo.
Excelente haiku, querido Fackel, directo, sensorial y pleno de sentidos. Sigo con atención tus incursiones reflexivas en ese ágora permanente de lo clásico. Abrazos cordiales.
EliminarHermoso haiku, sugerente y sensual al igual que la imagen que has elegido en esta ocasión. Denota la frescura del rocío. Un abrazo
ResponderEliminarDenota también esa voz limpia de la amanecida que llama al deseo. Un fuerte abrazo, poeta, y gracias por este diálogo cercano y entrañable, hecho de afectos siempre. Abrazos.
EliminarEste sí.
ResponderEliminarGracias, Chisme; entendido de inmediato tu gusto literario. Días en que hay que poner en la escritura un sustrato hormonal más evidente. Un fuerte abrazo, con sonrisa.
ResponderEliminarMe encantan los haikus, los encuentro algo difíciles de hacer por la medida de las sílabas.
ResponderEliminarHuele a rocío en el mullido del jardín de tus letras.
Un beso, José Luis, es un placer haber descubierto tu bello rincón, te felicito por tu excelente trabajo.
El haiku es una estrofa muy maleable: en sus diecisiete sílabas cabe un mundo repleto de emociones y sugerencias. En la poesía actual española la práctica del haiku es una epidemia. Y hay muy buenos poetas que hacen de los tres versos una arquitectura inolvidable. Muy amable, María, gracias por estar cerquita.
EliminarEste sí, no por lo hormonal, sino por el fresco rocío.
ResponderEliminarGracias, Chisme; el haiku es un combinado sencillo; pero sabrosón y con olor a rocío. Es una alegría percibir que al cabo de estos meses, no te aburro demasiado. Un abrazo, con haiku.
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