lunes, 5 de enero de 2015

ZAPATOS VACÍOS



6 DE ENERO

Algo me dice que en los gestos de un niño,
poniendo entre las sombras sus zapatos
y unos vasos de agua
para apagar la sed de esperados viajeros,
está toda mi vida.

Han pasado los años
y no sé de renuncias ni de claudicaciones:
jamás me fue posible vivir en otra casa
que no fuera tu sueño.

                Población activa, Gijón 1994

6 comentarios:

  1. La única casa habitable, en efecto. Aquella donde aún la vida no ha instalado alarmas contra esos tipos que bajan por la chimenea.
    Abrazos, siempre

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    1. Y la única casa que no siente el crepitar del tiempo en sus tabiques. Que tengas una feliz jornada, poeta, llena de sueños cumplidos.

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  2. No hay nada tan hermoso como la ilusión encendida en el rostro de un niño.
    Un abrazo.

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    1. Así es, María José; tengo amigos que tratan con mucha dureza este tiempo vacacional que solo asocian con la umbría del consumo y con el estrépito del centro comercial. Es solo una cuestión de enfoque. Yo he tenido la felicidad de disfrutar de un paréntesis de familia completa y de tiempo a caballo entre el pasado y el ahora. Y la sonrisa ha estado cerquita a cada instante. Un fuerte abrazo.

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  3. Vengo yo ahora, de ese tiempo de sonrisas, de ese lugar donde la ilusión ocupa todo el espacio. Qué suerte, como tú, haberlo vivido.
    Un abrazo

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    1. La esperanza, querida Carmela, necesita una mirada limpia y una voluntad sin fisuras; y eso solo ocurre en los días de infancia. Mis hijas vuelan solas, pero la imagen de mis hijas no se ha perdido en el tiempo. Aquellos zapatos son atemporales. Un abrazo.

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