miércoles, 14 de enero de 2015

MARÍA JOSÉ COLLADO. AÚN LA LUMBRE

Aún la lumbre
María José Collado
Poesía en Tránsito, Ediciones en Huida, 2014
AÚN LA LUMBRE

  Los versos de Tomás Segovia, que sirven de punto de partida al poema homónimo “Aún la lumbre”, iluminan sobre la filosofía escritural de esta obra:: “Trayendo de muy lejos hasta su centro mismo / alguna lumbre en la mirada”. Se recupera una idea fuerte de nuestro legado: el devenir existencial como tránsito continuo en el que cada identidad acumula pasos y despojamientos hasta convertir la senda personal en un recorrido, hecho de contraluces. Como argumentara José Manuel Caballero Bonald, somos el tiempo que nos queda; pero hay que seguir porque, a pesar de que no hay regreso, la esperanza perdura y es un fiel compañero de viaje que nos concede su resplandor.
  Esta meditación sobre lo vivencial que alienta en la poesía de María José Collado tiene sensibilidad machadiana y voz natural. Son rasgos que no pasan desapercibidos para el prologuista, José María Laguna, quien alude también en su preámbulo al intimismo y a la riqueza metafórica. Con claridad figurativa, los argumentos llegan hasta el interlocutor con el sonido tranquilo de la confidencia, ajenos a cualquier queja melodramática. Los versos descubren un mapa iluminado por la nostalgia. Los ciclos estacionales se repiten y van esbozando trazos remozados con una paleta cromática crepuscular; la voz del hablante verbal insiste en enunciar cualidades en las que se refleja una estética de erosión y desgaste; caligrafía del tiempo hecha con los caracteres de quien percibe que lo cotidiano es transitorio y está destinado a ser un puñado de ceniza fría, aventado en el aire de la tarde por la brisa del tiempo.
  Así se van enlazando las secuencias que percibimos y que, a través de nuestros sentidos, se convierten en realidades interiores, emotivas postales que reconstruyen la mitigada respiración de lo caduco.  Los poemas, breves y, sugerentes, acogen las señales de una luz fatigada de las que se alimenta la nostalgia. Queda su estela en el poema “Enmarcada tarde”, una de las piezas más sugerentes del conjunto: “Encendida la tarde juega / en los hierros del puente, / el aire arremolina hojas / y papeles, geometría azul / el vuelo de los pájaros. / En el horizonte naranja, / travesía de barcos, / ancianos poetas anclan / Sus ojos en los rizos del azua, / esquivos como peces…”;  sutil escritura de una mirada insistente.
  Como amarillos fotogramas, los poemas de María José Collado dibujan nuestro desplazamiento por un mapa de ruta, hecho de ilusiones y sueños. Íntimas palabras de una introspección con amplia capacidad descriptiva  que guarda en su seno las señales del tiempo.

 

 

 

 

 

8 comentarios:

  1. Gracias por estas palabras sobre Aún la lumbre. El paso del tiempo es inevitable, lo único variable es como cada cual lo percibe. Mi gratitud en los labios. Un fuerte abrazo.

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    1. La poesía no es más que un diálogo abierto en el que cada uno debe buscar los sonidos más claros a las palabras. Un placer caminar entre tus versos. Abrazos desde Rivas.

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  2. José Luis, con tus reseñas de libros me pones la miel en la boca y no me escapo de seguir las huellas de la poetisa Maria José Collado, para saber más de sus poemas.
    Gracias por la información, amigo.

    Un abrazo.

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    1. No pretendo más que dejar unas líneas de aquellos libros que merecen un hueco en nuestro tiempo. Sé que hay demasiados títulos y la elección es siempre inevitable... Gracias por tu cercanía, poeta, es un placer estar al lado.

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  3. Gracias por compartir la información. No perderé de vista a María José Collado. Un abrazo

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    1. Hola poeta, ya estoy con el poemario de Darío Jaramillo, un divertimento lírico que me recuerda a Rafael Pérez Estrada y al mundo de las greguerías de Gómez de la Serna. Es divertido. Muchas gracias por el regalo. Por otra parte, la poesía de María José Collado es una mirada al devenir cotidiano y a ese mundo de sinestesias que nos rodea. Un abrazo.

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  4. Pues al igual que mis compañeros de comentarios yo también me he quedado con esa miel en los labios, y por lo que cuentas el poemario de María José Collado lo es sin ninguna duda.
    Estaré al tanto. Gracias por estas maravillosas reseñas que nos acercan las obras que merecen ser conocidas José Luis.

    Por cierto, y ya que lo mencionas en tu entrada, estoy leyendo, bueno más bien degustando, saboreando, paladeando... (porque yo la poesía o la "leo" de esta manera o no lo hago) el poemario "La noche no tiene paredes" de JM Caballero Bonald y creo que ya no tengo que decirte, después de cómo he dicho que lo leía, si me gusta o no ...jaja.

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    1. El mundo de José Manuel Caballero Bonald es pleno e intenso. Si puedes no te pierdas sus libros de memorias. Son extraordinarios.
      Y a la hora de formar biblioteca, ya sabes que hay que seleccionar aquellos títulos que van fortaleciendo la propia voz. La lectura de "Aún la lumbre" es muy visual y se asimila con prontitud. Un fuerte abrazo, poeta.

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