Acaso el espejismo Ana Mª Garrido Padilla Coleccón Poesía, Diputación de Cáceres Premio Flor de Jara" de Poesía 2017 Cáceres, 2018 |
EVOCACIONES
La presencia literaria de Ana Mª Garrido Padilla (Madrid, 1966),
Licenciada en Ciencias de la Información y activa presidente de la Asociación
Cultural Verbo Azul, integra la participación en antologías y cuadernos
colectivos y una senda personal que aglutina las salidas Traigo en vilo los ojos y las ganas, Noticias del Asombro y Acaso
el espejismo. Son entregas que dan visibilidad a un perfil reconocido con premios como el
“Poeta Mario López”, “Luis Feria” y el ya citado “Flor de Jara”, entre otros.
Las citas de salida recurren a dos poetas
básicos del quehacer lírico contemporáneo, Francisco Brines, acaso el poeta
elegíaco más persistente de la generación del medio siglo, y Raquel Lanseros,
autora de Matria y Premio de la
Crítica 2019. Ambos aportan fragmentos líricos que contienen un fuerte
componente simbólico, una de las constantes de un poemario que hace del
enfoque metaliterario su columna central. De ahí que el título Acaso el espejismo pueda entenderse como
definión de ese destello imaginativo que proporciona el lenguaje y la manera
de construir con palabras una realidad auroral, vinculada más con los
sentidos interiores que con la cercanía visual del entorno.
Como argumenta el poema de arranque “La escritura es el riesgo”. Vincula su quehacer a un
origen especulativo que se va moldeado en ese recorrido de la vida al
paso. En ese transitar aleatorio la voz poética se mueve entre contraluces para protagonizar
un proceso de búsqueda, para incidir en la naturaleza de la luz y sus máscaras. Es uno de los enfoques que define al poema: “Como los que se buscan todavía / bajo la transparencia de
unas pocas palabras, / llegamos a la luz, atravesamos / sin miedo / nuestro
propio paisaje, / el nombre de las cosas que a pesar de los ojos / se han
vuelto imprescindibles”.
El camino prosigue en soledad con la plena conciencia de vivir un tiempo
de incertidumbre y frío, un estar transitorio que apaga en su quehacer rastros
de lumbre. En él las cosas recuerdan su fugacidad, ese carácter prescindible
que abre puerta a la pérdida; los signos de la renuncia y de la incertidumbre.:
“Primero fue la luz, el ruido de los frutos, / la canastilla blanca de las
celebraciones. / Después la servidumbre de las voces vacías, / la hoguera sin
cubrir, el espejismo”. Las palabras no postulan certezas, se mueven a diario en
un borde de niebla que acrecienta la oscuridad de los significados, como si
solo construyeran una reducida cartografía intimista, iluminada por humildes
indicios de luz que dan fe de un discurrir lento en el que son extraña compañía
los matices del frío, la nieve sedentaria que acaricia las horas y la angosta
memoria del pasado.
En Acaso el espejismo Ana Mª
Garrido Padilla aborda la incapacidad del lenguaje para habitar certezas. Nos
deja una voz reflexiva y evocadora, cuajada de melancolía, que escucha en el
silencio de las cosas su condición perecedera. El poema se hace símbolo,
recuerda un árbol germinal cuya raíz avanza contra el suelo para sostener una
memoria herida por los días, en la que se cobija el peso de la luz.
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