lunes, 13 de mayo de 2019

PROVERBIOS, CINISMO, JUGLARES Y CINTAS DE VÍDEO

Catedral de Segovia
Fotografía
 de
Adela Sánchez Santana



PROVERBIOS, CINISMO, JUGLARES Y CINTAS DE VÍDEO

El hombre real, el que piensa y vive, tiene su reflejo especular en la identidad onírica, en ese ser atemporal que protagoniza los sueños y del que se nutren algunas parábolas de Antonio Machado. Vuelvo al magisterio del poeta con la sensación de que todavía Proverbios y cantares suenan a cantautor. En las páginas encontramos al poeta moralista, a la observación reflexiva que alcanza su perfil más definido en el ideario ético de Juan de Mairena. El yo poético de Campos de Castilla (1912) difunde concordancias y disonancias consigo mismo y con el entorno cercano, airea preocupaciones y vuelve la vista hacia los rasgos comunes de un ser colectivo que se expresa a través de la oralidad popular, el romancero y la fértil tradición rural de consejas y refranes. Cada poema es síntesis, esqueje filosófico, esperanza y escepticismo en la pautada senda que nos tiende la realidad.

Asisto en Madrid a la presentación del Premio de Poesía Javier Lostalé que impulsa la editorial Polibea. Sala llena, muy buen ambiente entre los poetas y meritoria lectura de Gema Palacios, la ganadora, presentada por Ariadna G. García. Como ocupo la última fila y se oye mal, me levanto para seguir el acto de pie, apoyado en la pared final. Desde allí, me llama la atención la actitud de una pareja entre el público que se pasa la hora del evento consultando el móvil y cuchicheando; con su actitud es difícil mantener la atención y seguir la cadencia del poema. Al final del acto los dos aplauden con frenético entusiasmo. Jalean. Encabezan las felicitaciones en voz alta a la poeta… El cinismo reescribe su caligrafía a diario.

Lectura en la mañana del domingo en una localidad segoviana. En el yermo horizonte de Castilla, reflejo de aspereza, silencio y austeridad, la primavera dibuja una luz nueva de campos verdecidos y brotes en árboles y arbustos. Un paisaje callado para el poema.

Volver a Castilla es un regreso lleno de emociones dispares. Cuando retorno viaja conmigo la sensación del trasterrado, los ojos del extraño que está fuera y no encuentra sitio dispuesto ni en los afectos ni en el reconocimiento personal.  Sé que ambas circunstancias formar el entrelazado de intereses que hace de la vida literaria un laberinto de sombras. Seré discreto; no diré mucho más, seré un innominado juglar sin voz, fuera de sitio. Mostraré la cortesía correcta de esas cintas de vídeo que dan fe de una ciudad hecha de asombro arquitectónico, sin máculas y sin calles en obras.

 

  

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