Asier Fotografía de Javier Cabañero |
ASIER
es floración del verbo
que doblega las sombras
y deja en la sonrisa
retazos transparentes.
y nos cubre la frente otro verano.
Ya templa el sol los vértigos del frío,
un paisaje con niebla que recuesta ternura.
y tienta con su luz
el cansado presagio de mis párpados;
semillas insistentes
de los sueños perdidos,
margen y desazón
del insomnio y la niebla.
a jardines de rosas y tomillo.
Nada teje dilemas
mientras duerme, apacible.
Resplandece en sus manos
el sitio germinal de la inocencia.
(Inédito)
Precioso poema donde habita la ternura. Enhorabuena a los padres, también para Adela y para ti. Recién nacido y ya dibuja sonrisas para que el sol traspase la niebla de la incertidumbre. Un gran abrazo.
ResponderEliminarSe abre un tiempo nuevo, querida María José, y abrimos las manos para que Asier tenga un mañana habitable, hecho de luz. Fuerte abrazo y nuestros mejores deseos para estos días familiares.
Eliminar¡Una belleza,mil bendiciones!
ResponderEliminarMuchas gracias querida poeta, por escuchar mi alegría en el poema. Y mi felicidad de amanecida. Fuerte abrazo y que sigas plena de poesía y amistad.
EliminarCon qué alegría sin reservas entrega el poeta la antorcha de la vida. Ante sus ojos la plenitud de un flor que sueña y vuela. Mil felicidades, amigo. El tiempo, la evidencia..
ResponderEliminarHay asombros que no se llevan bien con las palabras, querido Paco, que muestran la evidencia de quien no sabe sino dar las gracias por esa senda nueva que augura felicidad y recorrido. Lo celebraremos como se merece. Un gran abrazo agradecido.
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